Novela

No tengo miedo

Niccolò Ammaniti

12 septiembre, 2002 02:00

Trad. de J. M. Salmerón. Mondadori. 200 págs., 14’50 euros

Filippo es un niño de nueve años que vive en un hoyo. No tiene otra compañía que los fantasmas urdidos por su imaginación y los encuentros esporádicos con Michele, otro niño que ha descubierto por azar el lugar de su encierro. Filippo es víctima de un secuestro, pero su percepción del mundo no discrimina entre hechos y ensoñaciones. Los escasos habitantes de Acqua Traverse sueñan con huir a la ciudad y dejar atrás la escasez de horizontes de un paisaje calcinado por un sol implacable. Los niños atrapados por esta circunstancia no son capaces de explicarse su situación sin establecer analogías entre su experiencia de las cosas y la de los héroes de la televisión o los tebeos. La confusión entre realidad y fantasía se acentúa con el extraño comportamiento de los adultos.

Niccolò Ammaniti (1966), que fue ubicado por la crítica entre los jóvenes caníbales dispuestos a trasladar a las letras italianas las truculencias de la literatura y el cine americano más recientes, ha urdido un relato donde no se eluden matices en la reconstrucción del universo mítico de la infancia. No tengo miedo es un cuento cruel que combina la eficacia narrativa del cine americano con los elementos oníricos del expresionismo alemán. El relato mezcla las piruetas de la imaginación infantil con el prosaísmo de la vida en provincias con toda su carga de frustración. Novela de aprendizaje, Michele descubrirá que "no hay que tener miedo de los monstruos, sino de los hombres". Esta revelación adquirirá todo su dramatismo en el desenlace, que impregnará la historia del fatalismo de los mitos clásicos.

Ammaniti, que muestra una extraordinaria sabiduría narrativa, nos recuerda que para un niño no es menos real el hombre del saco que la terrorífica violencia del mundo de los adultos. La muerte, según Filippo, estaba entre nosotros, mucho antes de que lo advirtiéramos.