Novela

Palabras bajo

Fernando Trías de Bes

27 julio, 2006 02:00

Alfaguara, 2006. 193 págs, 15 e.

Las sagas familiares que custodian secretos han dado mucho juego a lo largo de la historia de la ficción. Precisamente un trasunto familiar con secreto es el que elige el empresario Fernando Trías de Bes para su debut en la novela, a la que llega después de tres libros de cuentos y algún título de divulgación centrado en las claves del éxito. En Palabras bajo el mar la historia se abre con una muerte -la de Manuela- y un entierro. Es sólo la excusa para tirar del hilo del misterio: Leo, el protagonista y narrador, recibe una caja que contiene la tecla de un piano. Una simple pieza de marfil que será el cabo del hilo del cual tirará el autor para desgranar una historia de soledades y muertes. En el desenlace, un árbol solitario: aquél que Trías observó en un viaje a través de los Monegros y que le sirvió de inspiración para el personaje de Mika, la niña-vegetal, símbolo de la falta de vida de una familia para quien la muerte deviene algo cotidiano desde el nacimiento. Y también, según el autor, símbolo del arte que florece en cualquier parte.

Lo peor de estas páginas, sin duda alguna, es el conformismo de su autor. Parece tan satisfecho de poder centrarse en su vocación literaria que olvida el rigor. Olvida que una corrección exhaustiva y un nivel más alto de autoexigencia hubieran mejorado su texto. Olvida que hubiera sido deseable una mayor originalidad. No hay sorpresas en esta historia, y me resisto a admitir tal cosa en un autor nacido en 1967 que confiesa abrazar la pasión por la literatura. La historia persigue emocionar al lector, pero peca de conservadora, incluso de tópica en algunos momentos. Con más trabajo y más ambición, habría levantado el vuelo. Tal y como está, debe conformarse con desplazarse a ras de suelo.