Image: El libro que Sandra Gavrilich quería...

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Novela

El libro que Sandra Gavrilich quería...

Pedro Maestre

5 octubre, 2006 02:00

Pedro Maestre. Foto: Jaime Villanueva

Lengua de Trapo. Madrid, 2006. 345 páginas, 19’80 euros

En los 90 se dio a conocer una nueva generación de narradores españoles nutrida por treintañeros de muy variados gustos. Una tendencia de esta penúltima oleada llamó la atención por el cultivo de un sociologismo descarnado que utilizaba una expresión directa llena de léxico escatológico. Los autores traían como novedad más notable una temática relacionada con la visión del mundo escéptica y nihilista del sector joven de nuestra sociedad. En el desarrollo de este movimiento coincidieron tanto un sentir generacional como una operación comercial.

Entre los narradores afiliados a esta poética finisecular tuvo cierta resonancia el alicantino Pedro Maestre gracias al premio Nadal de 1996 que obtuvo con Matando dinosaurios con tirachinas en una de las etapas de desorientación de este prestigioso galardón. Incidiendo en dichos rasgos, Maestre ha publicado unas pocas novelas más y con ellos prosigue en El libro que Sandra Gavrilich quería que le escribiera. Entre las notas comunes con sus otros libros está una fuerte apariencia autobiográfica, supongo que imaginaria, aunque quizás con trazos vivenciales en algo de las cavilaciones de Carlos, el protagonista, un escritor ya galardonado con el Nadal. También tiene en común una anotación puntual de específicos modos de vida actuales, un neocostumbrismo crítico urbano apuntalado en la mención de personajes y lugares reales, abundantes nombres de famosos mediáticos o de plazas, bares y otros sitios de encuentro madrileños.

Lo diferente de esta nueva novela de Maestre viene del propósito de trascender las circunstancias específicas de la anécdota hasta una dimensión genérica, universal. El argumento recrea con minuciosidad reiterativa y cansina la agónica historia sentimental de Carlos y de una joven de 35 años, la Sandra del título, eficaz y triunfadora ejecutiva de las relaciones públicas dentro del mundillo del cine. La novela refiere el incesante ir y venir de ambos del amor al desamor hasta desembocar en una dramática peripecia pasional que se explaya por entre los motivos esperables de tal conflicto: el síndrome de Peter Pan de la chica, los vínculos de poder y dependencia, los celos, el egoísmo, la soledad, la culpa… La peripecia está enmarcada en rasgos que pretenden una representatividad de lo moderno (sexo , drogas, alcohol). Pero este semblante actual remite a un enfoque clásico, el descenso a los infiernos de un espíritu atormentado.

El relato de esta aventura en las fronteras de la locura da pie a la propia novela que leemos, escrita por Carlos como una catarsis. Para dar veracidad a la historia utiliza una prosa de estilo directo, eficaz porque muestra los hechos y evita la discursividad. Pero no impide un efecto de pobreza expresiva, aparte de cometer de vez en cuando errores.

Incluso esta realidad tiene un interés bastante reducido porque el sector social recreado agota su representatividad en un círculo mínimo, un grupito de profesionales y su entorno. Sandra Gravilich es hermana de Mary Tribune, la novela de García Hortelano dedicada a las clases medias presas de desconcierto vital y de hedonismo, pero pariente pobre al faltarle la fuerza verbal de ésta. En verdad, Maestre sólo agrega a motivos tradicionales y a formas narrativas conocidas unos cuantos rasgos ambientales contemporáneos.