Micropoder. La fuerza del ciudadano en la era digital
Javier cremades
19 julio, 2007 02:00Foto: M. Costa
Se abren estas páginas expresando con claridad lo que constituye su tesis central: se está produciendo un cambio de enorme importancia en la distribución del poder. Desde el Estado o las instituciones el poder se está trasladando a las "personas que actúan cooperativamente en red". Para argumentar esta afirmación Javier Cremades, doctor en Derecho por la Universidad de Regensburg y profesor de Derecho Constitucional, lleva a cabo un detallado análisis de la creciente influencia social y política de Internet.El basamento sobre el que se sitúa Cremades es el de la crisis de la democracia. Tras recorrer el paso de la democracia participativa, siguiendo los pasos de Sartori, a la democracia deliberativa, al hilo de Habermas y Rawls, y de ésta a la democracia directa que preconiza Toffler, Cremades concluye que "la democracia está enferma de éxito" y que, sin embargo, su crisis se puede resolver fomentando la participación ciudadana hasta llegar a una democracia interactiva y participativa.
La "democracia participativa" sería consecuencia de una "revolución del micropoder" cuyo efecto final sería la regeneración de la democracia. El micropoder emanaría, en palabras de Javier Cremades, de la disolución de unos poderes institucionales cada vez menos legitimados a causa de una creciente necesidad de la ciudadanía de ocupar mayores espacios en la toma de decisiones tanto políticas como sociales o culturales. Dicho espacio le viene dado a los ciudadanos a través de Internet. La red pone al alcance de millones de personas nuevas formas de intervenir en la "cosa pública" y de entablar un diálogo social capaz de convertirse "a través de las nuevas tecnologías, en pieza clave de un nuevo modelo democrático más relacional y dialógico, es decir, interactivo". Entendidas las nuevas tecnologías como instrumento creador de un micropoder regenerador, en tanto que proporciona un marco de mayor capacidad intelectual y participativa, el siguiente paso no podía ser otro que presentarle al lector los instrumentos y los modos de expresión del nuevo micropoder. "Blogs" y "wikis" conforman uno de los segmentos mejor informados y entretenidos del libro. Acierta el autor cuando nos dice que las características del blog son, en sí, una revolución. La publicación de un texto o de una foto no pasa por ningún tipo de mediador editorial y su divulgación es instantánea. Los blogers se han convertido en expertos en contrastar informaciones y denunciar mentiras, muchas de las cuales han provocado sonrojantes rectificaciones de los grandes medios de comunicación.
El lado obscuro de Internet no escapa al análisis de Javier Cremades. Pornografía, derechos de autor o canon digital son problemas que tratados adecuadamente no deberían impedir la transformación del votante anónimo en ciudadano interactivo consciente de que tiene a su disposición un nuevo micropoder dotado de una enorme capacidad de transformación política, social y cultural. En un volumen tan bien trabado, tan documentado como éste, tan abundante en citas de autores relevantes o de direcciones significativas de Internet, es curioso que no aparezca por ningún lado la bibliografía citada, aunque sí figure un cuidado índice onomástico. ¿Descuido editorial o premeditado ejercicio de búsqueda bibliográfica en Internet?