Image: El mago de las estrellas

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Novela

El mago de las estrellas

Ben Okri

31 enero, 2008 01:00

Ben Okri

Trad. de Ramón González. Ferri Belaqva. Barcelona, 2007 494 páginas, 23 euros

Viene Ben Okri avalado por el Booker Prize obtenido con El camino hambriento y la apreciación de Ben Brown, el crítico del "Observer", quien en la fajilla lo inscribe "en la gran tradición de los creadores de mitos ejemplificada en Cien años de soledad y Los hijos de la media noche". Efectivamente tanto García Márquez como Salman Rushdie parecen estar en el trastero de la narrativa de este nigeriano afincado en Londres; pero igualmente se podría haber mencionado Las mil y una noches o los cuentos de Andersen : "ésta es la historia que mi madre empezó a contarme cuando era un niño. El resto lo fui deduciendo del libro de la vida entre las estrellas, en el que se saben todas las cosas" (pág. 11). Se trata del comienzo de la novela, y el tono de oralidad será el que nos acompañe a lo largo de esta extensa y fantástica, mejor dicho, fantasiosa, historia, o historias, pues, en cierta forma como en Las mil y una noches, el hilo narrativo se va urdiendo con pequeñas intrahistorias.

El argumento principal tiene que ver con los amores de un príncipe y una doncella en los tiempos de la esclavitud en áfrica. El príncipe se prepara en un mundo donde la plaga del "viento blanco" -indudablemente la esclavitud- arrasa el reino de su padre; la doncella vive en una comunidad de artistas en la que ella tampoco parece encajar. El amor será su tabla de salvación: "¿Y quién eres tú?/ Soy tu gran amor, y tu destino, y tú eres el mío/ Entonces estoy recuperado. Estoy bien. Ya no estoy enfermo. Yo cargaré con los males y te ganaré como mi destino." (pág. 303). Esta edulcorada resolución está en sintonía con el resto del contenido. Y poco más se puede decir de forma coherentemente legible, pues se trata de una suerte de puzzle, y, tal como se propone en la novela, "El arte es comunicarse por medio del malentendido. Convertir el malentendido en la herramienta." (pág. 364). Quizá por eso, resulta complejo establecer cualquier tipo de coordenadas en un mundo donde los sueños son el campo de batalla. Los héroes de este ficticio, en el más amplio sentido de la palabra, universo también resultan ajenos, tal vez por carecer de nombre. El personaje del príncipe, tan taimado como cándido, tan sólo se equipara al de su amada, quien es descrita en el momento de su primer encuentro con el príncipe "co-mo un cisne en la infancia, patosa, descolorida, perpleja".

El mago de las estrellas está dividido en cuatro "libros". En el primero se recrean las tribulaciones del príncipe; en el segundo se cuenta la historia de la tribu de artistas; el tercero narra la epidemia del viento blanco; y en el cuarto se pretende resolver los enigmasque hayan podido asaltar al lector, y lo más importante, la auténtica intención del autor: "Alguien tiene que crear un mito. Alguien tiene que convertir la vida en leyenda" (pág. 484).