Novela

La mujer sentada

Guillaume Apollinaire

18 diciembre, 2008 01:00

Ed. El Olivo Azul. Sevilla, 2008. Trad. C. Ridruejo. 172 pp, 8’95 e.

Inventor de la palabra surrealismo, se puede escuchar la risa escandalosa de Guillaume Apollinaire (1880-1918) detrás de las obras que escribió. Pseudónimo de Wilhelm Albert Vladimir Apollinaris de Kostrowitcky, de origen polaco, nacido en Roma, vive casi toda su vida en París, donde frecuenta los ambientes literarios y artísticos del momento. Intimo de Picasso, de Max Jacob, de Cendrars, introduce a sus semejantes en las obras que escribe. Y se ríe. De ellos y con ellos. Gran poeta innovador, narrador y crítico de arte, autor de Alcoholes (1913) y Caligramas (1918), de narraciones como El poeta asesinado (1916) y La mujer sentada (1920), Apollinaire experimenta en sus libros con los movimientos de vanguardia.

La mujer sentada se publica de forma póstuma en 1920, a partir de dos escritos previos, extrañamente complementarios: "La mormona y el danita", de 1914, e "Irene de Montparnasse o París en tiempos de guerra", de 1917. El personaje principal, Elvire, es una libertina, que va de Rusia a Francia pasando por Italia, y que acaba por resultar sólo un nombre, ante las divagaciones del narrador. Y aparecen, entre las páginas de La mujer sentada, amigos conocidos, por ejemplo Picasso, bajo el nombre de Pablo Canouris, el pintor de las manos azul celeste. Una obra excepcional, sin estructura, con recuerdos personales de la guerra del 14, picaresca, que es la mejor metáfora para reflejar y reproducir el desconcierto del ser humano.