El tiempo entre costuras
María Dueñas
8 enero, 2010 01:00Lo que María Dueñas ofrece en El tiempo entre costuras es una apuesta valiente y ejemplar que hará las delicias de miles de lectores, porque cuenta con franqueza y lucidez lo que fue o pudo haber sido de personajes que tal vez ni llegaron a existir, como Sira y Marcus. O quizá sí existieron, pero nadie percibió su presencia por estar "siempre en el envés de la historia, activamente invisibles en aquel tiempo que vivieron entre costuras". Sí, estamos ante uno de esos grandes relatos con personajes reales e inventados, sobre escenarios reales reinventados, en los que irrumpe la fuerza de un espacio narrativo donde lo real y lo posible se dan la mano. ¡Claro que se asienta sobre la memoria! Pero sus pliegues no son los habituales. La historia avanza sin piedad por ella, la Península convulsa, Marruecos acogiendo a quienes huyen de la guerra, los nombres de Franco, Serrano Suñer sirviendo de realidad a la ficción; España sirviendo a los intereses alemanes, Gran Bretaña defendiendo los suyos. Pero la trama trenza lo político y lo cultural con el motivo argumental de la moda en el vestir y éste va tejiendo la moderna perspectiva que pespuntea el relato.
La novela es la historia de Sira Quiroga, contada por ella misma en una retrospectiva que va desde su niñez en un taller de costura de un barrio popular madrileño, hasta su juventud, tocada por un revés del destino que le lleva a abandonar un Madrid gris y bronco y le obliga a instalarse en Tánger y Tetuán, a iniciar una nueva vida con una identidad inventada en ese universo que parece vivir de espaldas a la guerra. Desde allí, hasta su fama de modista de alta costura, y su regreso a Madrid, a la confección de diseños por los que atraviesan "puntadas" de información clandestina destinada al Servicio Secreto Británico, se cuentan esos años que narran la normalidad perdida, su búsqueda imposible. Son tan leves las objeciones que su propósito bien merece abandonarse a su lectura.