Image: Dime quién soy

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Novela

Dime quién soy

Julia Navarro

9 abril, 2010 02:00

Julia Navarro. Foto: LFO

Plaza & Janés, 2010. 1.056 páginas, 23'90 euros



Un esquema argumental muy sencillo sostiene Dime quién soy: el periodista Guillermo Albi acepta el encargo familiar de reconstruir la biografía de su bisabuela Amelia. Paso a paso va descubriendo la turbulenta trayectoria de la misteriosa mujer, cuya vida se aprovecha para recorrer la historia mundial desde su nacimiento en 1917 y hasta después de la caída del muro.

Los sucesos capitales de este largo trecho histórico se encadenan: la república y la guerra civil españolas, la contienda mundial, la guerra fría y el derrumbe del comunismo. La ubicua Amelia tiene algún papel en todos los ajos: en el proselitismo comunista, en la lucha contra los nazis, en las atrocidades del estalinismo. Unas veces será heroína positiva y otras víctima. Y siempre su existencia girará en torno a una gran pasión por la libertad y a sucesivos amores trágicos.

Julia Navarro (Madrid, 1953) dispone este cañamazo desbordante de material anecdótico para montar una folletinesca novela de aventuras. A la manera convencional, dibuja el retrato psicológico de una mujer resolutiva, firme y anti tradicional que se juega la vida por las causas en las que cree. Amelia es una mezcla de Mata Hari, Indiana Jones y Aviraneta; de temeraria espía, seductora aventurera e infatigable conspirado-ra. Alrededor de ella giran muchos personajes (varios amantes, gentes en situaciones límite, idealistas abnegados, canallas absolutos...) y entre todos protagonizan multitud de peripecias, bastantes poco comunes: intrigas de los servicios secretos, terror político, torturas, crímenes, imposturas, venganzas, amoríos...

En suma, Amelia sirve de hilván para un fatigoso catálogo de sucesos espectaculares que se dilatan por un recorrido turístico planetario (España, México, URSS, Francia, Inglaterra, Alemania, Italia, Portugal, Grecia...) y se acompañan de debates políticos y de apuntes de divulgación histórica. Resulta, de este modo, una novela de acción aliñada con conflictos amorosos, gotas feministas, intrigas enrevesadas y situaciones melodramáticas, que tiene pretensiones de crónica abarcadora de los dilemas ideológicos del pasado siglo.

Algunos pasajes poseen fuerza imaginativa y densidad emocional, sobre todo la parte española inicial, con la conversión izquierdista de una chica de familia acomodada y la complejidad de razones que motivan su determinación de abandonar al marido y al hijo. Se diluyen, sin embargo, en un esquema novelesco reiterativo, simplista y que bordea el absurdo. No sé cuántas veces la chica de aspecto frágil llega a un sitio, deslumbra al selecto personal y lo pone a su servicio.

Semejante planteamiento mecánico sigue el narrador: no para de ir de un sitio a otro (Barcelona, Buenos Aires, Roma, Moscú, París, México, Londres, Tel Aviv) para recabar datos conseguibles sin tanto ajetreo y siempre dispone de los mayores expertos en lo que sea (la ópera, la KGB, la Gestapo o la Inteligencia británica). La autora guarda como remate un golpe de efecto disparatado, que silencio para no desbaratarle a nadie la lectura. En fin, por si fuera poco, el narrador cuenta él mismo cosas que no puede saber o las pone en boca de quienes las desconocen, y los personajes hablan como los libros.

El caso es que Dime quién soy esconde la almendra de una buena novela. Pero el populismo complaciente trivializa el conflicto y éste se presenta con recursos literarios nada exigentes y trasnochados.