Invitación a un asesinato
Carmen Posadas
26 noviembre, 2010 01:00Carmen Posadas. Foto: Alberto Di Lolli
Desde este ángulo abierto dispara la autora una trama rocambolesca que se supedita a la lógica de una peculiar novela de intriga encaminada a resolver un enredado acertijo. Para ello no desdeña las convenciones de una estructura narrativa clásica y dispone la acción en capítulos que sugieren los movimientos de la investigación en las tres partes que suministran información y avivan la intriga. Primero el relato del motivo desencadenante de la acción y aglutinador de los personajes que intervienen en ella: Olivia Uriarte, divorciada por quinta vez, arruinada y a punto de cumplir 43 años, convoca en su yate, el Sparkling Cyanide, atracado en Palma de Mallorca, a ocho invitados que tendrían sobrados motivos para desear su muerte. Entre ellos estará su única hermana, Ágata, su antítesis y se convierte en depositaria de un forzado enredo de pistas que debe rastrear hasta desarticular los entresijos de un caso sobrado de argumentos para zanjarse como lamentable "suicidio", aunque con suficientes gateras para no descartar un calculado asesinato. Ella es protagonista y testigo de cuanto narra, y pone voz a lo que supone el grueso de la historia al tomar el relevo a un narrador omnisciente que calla tras la muerte de Olivia.
Su relato, dentro del otro relato, escrito con de esclarecer los hechos, cuenta con gran detalle el proceso que le fue llevando a resolver sus dudas, hurgando en miserias de diversa índole encarnadas por un elenco de vidas fingidas. Entre el ajetreo de unos y otros, entre identidades ocultas y carambolas inverosímiles, se defiende una trama sostenida por un registro diferente a los ensayados por Carmen Posadas: una parodia, descarnada y supeditada a demasiados intereses, que brinda acciones tejidas para garantizar la distracción entre excesos y discordancias.