Andrés Barba. Foto: Javier Barba
En Ha dejado de llover Andrés Barba (Madrid, 1975) ha reunido cuatro narraciones cortas que en su conjunto componen una novela de ciudad formada por cuatro nouvelles que aportan sendas variaciones sobre un mismo tema. Entre ellas hay fuertes vínculos temáticos y formales. Pues las cuatro son novelas cortas de parecida extensión y de carácter psicológico. En ellas se exploran las relaciones entre padres (sobre todo madres) e hijos (sobre todo hijas), en la línea psicologista que viene siendo característica del autor y con minuciosa observación de los más pequeños detalles, tanto en los pormenores físicos como en los psicológicos, debido a que, según dice el narrador de la última, "una virtud puede ser también un defecto trasladando la perspectiva unos centímetros" (pág. 173).Las cuatro están localizadas en Madrid, en un tiempo de imprecisa actualidad. Sus narradores omniscientes en tercera persona ceden a menudo la visión a los personajes principales de cada relato mediante el uso del estilo indirecto libre. Sus protagonistas son adultos (salvo la de "Fidelidad") que rozan la treintena o han entrado en los 40, en una encrucijada existencial sobre la que gravita el peso de la experiencia vivida con sus respectivas madres. Y en todas predomina el realismo como técnica fundamental de la observación y la reflexión, con alguna incursión fantástica como la irrupción del ave del paraíso en la cuarta.
"Paternidad", la primera, ahonda en la conflictiva relación del protagonista primero con su madre, excéntrica, mandona y codiciosa, y después con el hijo que ha tenido con una joven soltera, en el cual su padre descubre rasgos de la abuela paterna. Como ya se destaca en el título, el relato indaga en los problemas de una paternidad mal llevada por los errores cometidos en la relación de pareja por unos padres solteros y, sobre todo, a causa de la incapacidad del protagonista para asumir su compromiso con la vida, lo cual, según los conocimientos psicológicos de la madre de su hijo, se debe a la influencia que aquella madre egoísta ha dejado en su hijo, que ahora no sabe ser padre. La protagonista de "Astucia", la segunda, es una señora bien entrada en los 40 que no ha superado el miedo a ser como su madre, una viuda nerviosa y enérgica que en su vejez se ha vuelto insoportable. Hasta que la muerte de la madre sume a la protagonista en la soledad.
En la tercera narración, "Fidelidad", la protagonista es una adolescente que descubre la infidelidad de su padre con una amante más joven a la vez que la hija inicia su aprendizaje del sexo con su novio. De este modo se cruzan diferentes manifestaciones del amor enlazadas por un gradual distanciamiento y acercamiento muy medidos entre la hija y el padre, hasta que acaba comprendiendo la relación entre sus progenitores. Y en la cuarta, "Compras", asistimos al recorrido de una hija con su madre por Serrano para hacer las compras navideñas. Presente y pasado se alternan en la revisión crítica del consumismo y el recuerdo de significativos momentos de la infancia de la hija en su relación de admiración-odio por una madre ausente.
He aquí, en suma, cuatro narraciones intimistas de alto mérito literario en las que se acredita la madurez creadora del autor. En ellas Barba refrenda su maestría en el cultivo de la novela corta, manteniendo su coherencia y fidelidad en el enriquecimiento de un mundo narrativo personal centrado en el análisis de las relaciones humanas entre los miembros de una familia, con susemociones y sentimientos.