Cristina Higueras

La Esfera, 2015. 376 páginas, 18'90€ Ebook: 6'99€

Hay quien escribe noir interesado por el estilo, como John Banville, al que la escritura le preocupa mucho más que explicar por qué el mayordomo es el asesino; otros, en cambio, prefieren profundizar en la víctima (González Ledesma), y no faltan los que, como Agatha Christie, Simenon y otros clásicos, se afanan por desenmascarar al criminal. Esa es la veta elegida por la acriz y productora Cristina Higueras (Madrid, 1961) en su debut en la novela más negra: descubrir el secreto de un asesino en serie que oculta una venganza que él mismo ignora.



La trama es fascinante: una mañana el veterano forense Gonzalo Feomorel descubre en su mesilla de noche un pendiente de mujer. No sabe cómo llegó allí, no conoce a nadie que tenga algo parecido, y su desconcierto aumenta cuando, horas más tarde, descubre que podría ser el que le falta a la víctima de un truculento crimen ritual que ha aparecido con un único pendiente idéntico al ¿suyo? Cada nueva muerte llegará acompañada de pruebas que aparecen en casa del forense, un trofeo sangriento, ropa de la víctima... sin que Feomorel, que causalmente suele conocer a las asesinadas poco antes, recuerde nada.



Una pareja de mujeres detectives, la inspectora Loren Barceló y la oficial Mónica Rojo, está a cargo de la investigación que acabará desvelando un oscuro secreto,a vueltas con la intersexualidad (lo que antes llamábamos hermafroditismo) del más que inesperado matarife, pero mientras, Higueras, que ya había demostrado que conoce los resortes de un buen relato en Consuelito de la Ascensión (Espasa, 1995), una novela irónica sobre la lucha de una joven actriz por ascender al estrellato, juega en El extraño del ayer con personajes y lectores con maestría de director de escena, hasta un sorprendente desenlace que hace desear al lector su siguiente noir.