Isabel García-Zarza y Silvia Oviaño. Foto: Joan Torres

Stella Maris, 2015. 339 páginas, 19€

Corren buenos tiempos para la sátira, tanto en el mundo literario como en el mundo, en general. Las dos autoras de esta novela, salmantina y madrileña respectivamente, ambas en la cuarentena, relacionadas con el periodismo y el entorno profesional de la edición, han decidido escribir una novela satírica con mimbres muy actuales y muy variados. Por un lado, el fenómeno mundial del éxito de cierta trilogía erótica. Por otro, el más hispano de la corrupción financiera protagonizada por un modelo de ser sin moral muy reconocible. Y en tercer lugar, la estresante vida de una mujer cuarentona, separada y con hijos que a duras penas logra llegar a fin de mes. Así, lo económico, lo social, lo íntimo y lo literario se dan la mano en las aventuras de esta Patricia Luna rabiosamente contemporánea que cuenta sus peripecias en primera persona con un tono socarrón y humorístico que recuerda a algunas otras heroínas que no le son ajenas, como Bridget Jones.



La historia es la siguiente: Patricia Luna, ilustradora freelance, recibe la propuesta de un extraño trabajo. Se trata de ilustrar la nueva trilogía de erotismo sadomasoquista de una autora de moda en todo el planeta, para lo cual deberá instalarse en un hotel durante cinco semanas y trabajar bajo presión siguiendo el calendario que marcan los responsables del sello editorial. La tensión viene marcada por la presencia de otros candidatos con los que se supone que compite Luna. Y también porque una noticia imprevista acerca de los negocios fraudulentos del exmarido alterará esa rutina laboral tan apacible. La novela quiere abarcar muchos frentes: la trama corrupta, la tensión del trabajo y la vida emocional de la protagonista -que conocemos a través de analepsis- y en ocasiones resulta prolija. A pesar de todo, mantiene un buen ritmo y atrapa gracias a la desenvoltura de la voz narrativa, cargada de referencias cotidianas. Ligereza bien aliñada, ideal para el verano.