La gran ola
Daniel Ruiz García
23 diciembre, 2016 01:00Daniel Ruiz García
Tras media docena de novelas publicadas, Daniel Ruiz García (Sevilla, 1976) se alza con el Premio Tusquets concedido a La gran ola. En ella se desarrolla una historia ilustrativa de la actualidad, pues está inspirada en estrategias, problemas y conflictos representativos de lo que sucede en el ámbito laboral de nuestros días. Y así, tanto por los episodios y situaciones novelados como por la forma de contarlos, la novela viene a ser la más reciente aportación a una de las tendencias más extendidas en la narrativa española de los últimos años y que en otro lugar he denominado como reinvención de la novela social, que pretende dar cuenta de estos tiempos de crisis con la renovación formal exigida por la evolución literaria.El presente narrativo de La gran ola se sitúa en nuestros días, pues la empresa cuyos entresijos pone al descubierto celebra su convención anual para analizar los resultados producidos en 2015. A esta empresa de la familia Monsalves, dedicada a la producción y venta de artículos de limpieza, pertenecen los personajes más importantes, con el hijo al frente defendiendo nuevos modos de crecimiento y mejora, y el padre que en su retiro procura informarse porque desconfía de la tercera generación y de los cambios introducidos. Entre las novedades importa el ascenso de un motivador profesional que anima, orienta y controla las conductas e incluso las vidas del personal de la empresa, aprovechando las nuevas tecnologías para poner de relieve los resultados obtenidos por la sección de cada director comercial y sus empleados y también para investigar su vida privada con el fin de agravar las deficiencias de su actividad comercial añadiendo la humillación de sus perversiones aireadas sin escrúpulos.
En la visión negativa de estos modos de manipulación sacralizados por las modernas estrategias empresariales se concentran los esfuerzos del autor para realzar las fechorías cometidas en el despido de empleados, la rebaja de salarios y la reducción de gastos como único remedio para afrontar la crisis, mientras que altos cargos y embaucadores mantras de la motivación, el liderazgo y la superación siguen campando a sus anchas, ajenos al drama vivido por comerciales despedidos y humillados.
Comicidad y humor intensifican el enfoque satírico mediante la deformación grotesca de situaciones y personajes promocionados en las nuevas empresas. Hay páginas memorables de esta visión satírica en la creación del Family Day por el influyente coach Estabile, quien oculta una doble personalidad con un pasado turbio, o las crisis nerviosas de la incompetente directora de Márketing y Comunicación, protegida por ser familiar de los dueños de la empresa, y, con alcance social más amplio, las primarias reacciones de unos padres viendo un partido de futbol en el que juegan sus hijos.
Situación laboral y vida familiar quedan unidas por el narrador omnisciente que cuenta en tercera persona conflictos y situaciones donde aparecen asociados el sexo y el alcohol y las drogas como recurso de superación de presiones y estrés. Este narrador se vale de sus poderes para contar de modo alternante sucesos y situaciones que transcurren a la vez en distintos lugares, dentro de una cronología lineal con analepsis en la recreación del pasado de los personajes y con elipsis favorecidas por la composición en capítulos cortos. Y constituye un acierto el empleo del estilo indirecto libre para acceder al pensamiento de algunos personajes y revelarlo por medio del narrador desde la visión del personaje correspondiente.