Miguel Albero. Fotografía: Fernando Albero
Esta es la cuarta novela que publica el escritor y diplomático Miguel Albero (Madrid, 1967), autor también de libros de poesía y de ensayo con los que ha recibido importantes premios literarios. Con Mal ha sido galardonado con el XXI Premio de Novela Vargas Llosa, convocado por la Universidad de Murcia. En sus 15 capítulos se narran dos historias que convergen en su final como dos pilares sobre los que se apoya una lúcida reflexión sobre el mal, tema ya destacado en el título de la novela. Las dos historias transcurren en dos tiempos diferentes. En la primera, contada en los capítulos impares, se narran hechos históricos vividos durante el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco por miembros de ETA. Esta historia transcurre en los días 10 de julio de 1997 y siguientes. Está contada en capítulos cortos y su narración sigue una cronología lineal. La otra historia es ficticia, transcurre en Menorca en los días 4 de julio de 2011 y siguientes, y su narración en los capítulos pares también sigue un orden cronológico, con retrospecciones y anticipaciones temporales y ensayos de simultaneísmo en los últimos capítulos, cuando algunos personajes regresan a sus lugares de residencia.En aquel verano de 2011 coinciden en Menorca el periodista en paro Javier Montariz y su esposa, una hermana de ella con su marido y un niño, más otro matrimonio de ingleses con su hijo, también niño, que acaba estrellándose contra las rocas tras lanzarse al agua desde un lugar peligroso. Javier ha visto lo que ha sucedido y lo entronca con la obsesión por el mal que siente desde su niñez. El mal es el tema que centra el artículo que un colega le ha encargado para el periódico en el aniversario del asesinato del joven concejal de Ermua.En las consideraciones acerca del mal y su razón de ser en la naturaleza de las personas está lo mejor de la novela
Las dos historias convergen a través de la figura de Javier, que cubrió como periodista el secuestro y asesinato en el pasado y que ahora recibe el encargo de escribir la crónica sobre lo vivido entonces. Dicha convergencia culmina en el último capítulo, en el que reflexiona sobre las repercusiones de aquel crimen terrorista en la sociedad española y sobre el mal en sus diferentes manifestaciones en el género humano. Este es el tema central de la novela. En sus consideraciones acerca del mal se descubre lo mejor de la obra, más allá del crimen que contribuyó a modificar la actitud de la sociedad española frente al terrorismo y más allá también de lo que ocurrió entre los dos niños antes de que uno muriese contra las rocas.
Por ello la novela nace y se desarrolla centrada en su intento de profundizar en preguntas y respuestas sobre el mal, en su razón de ser en la naturaleza de las personas, en las diferentes maneras e intensidad de influir en sus conductas y pensamiento. En cambio, lo más débil está en su organización constructiva muy tradicional, con narrador omnisciente que comenta, recuerda, adelanta y enjuicia cuanto quiere y como quiere, llegando al yo autorial en la narración de ambas historias y parafraseando incluso el artículo sobre ‘La utilidad del mal' que Javier nunca llegó a escribir, como el mismo narrador afirma en el capítulo 15. También habría que revisar expresiones poco afortunadas ("torturar un poco mucho","una eternidad muy duradera"), deslizadas en su prosa fluida y coloquial.