Desde la distancia que proporciona el haber cumplido años, la madurez se percibe como un momento vital centrado entre los compromisos familiares y la actividad profesional. Queda poco espacio para aventuras adrenalínicas, años sabáticos o pasiones ingobernables. Premiado con el Nordic Comic Prize, el cómic Llévame contigo arrincona clichés a este respecto con un emotivo drama moderno. Un triángulo amoroso de la reconocida autora sueca Anneli Furmark, lleno de controversias, seducción y angustia existencial.
La narración indaga en la imposibilidad de escapar al amor y en las consecuencias de su onda expansiva a través de los escarceos de Elise, la protagonista, que sacudiéndose el polvo de la rutina diaria con un enamoramiento volcánico, redefine su orientación sexual. Las conversaciones tecleadas desde un móvil, en un intento frágil de mantener la privacidad, apuntalan una relación indiscreta donde la intensidad del compromiso entre las dos mujeres, Elise y Dagmar, eclipsan al personaje masculino del cómic, Henrik. La pasión se desborda por momentos en una novela gráfica que avanza entre trazos coloridos de acuarela y una pluma afilada para el diálogo con la que la autora se recrea sin prejuicios en los más momentos íntimos.
Cuando Henrik, el marido de Elise, que deambula entre bambalinas abrochando el melodrama, aparece con una nueva compañera se deshace el triángulo y quedan cuestionadas las asunciones de su mujer. Ante tanta turbulencia, casi como contrapunto, se intercalan páginas sin apenas palabras, con vistas evocadoras donde apetece detenerse a explorar los detalles.
Tras zarandear el statu quo más tradicional con regusto escandinavo, Llévame contigo nos confirma que la vida después de los cincuenta puede albergar momentos de emoción. Pero sutilmente nos advierte: ¡cuidado con lo que se desea!