- De Nostalgia armada (Sevilla: La Isla de Siltolá, 2011) nos gustan más las armas que la nostalgia. Tradicional en todo (temas, técnica, clichés), Olga Bernad ocasionalmente se arriesga a luchar con voluntad de singularizarse. Y vence: "Armada hasta los dientes te esperaba,/ inútilmente armada hasta los dientes". No es necesario ser original para ser única. Basta con negarse a escribir a la sombra de nadie. Sobredosis de lírica convencional, olvidable y, por momentos, espléndida.
- Nos la imaginamos como en una comedia romántica: la recatada dorisday se suelta el pelo y se convierte en marilynmonroe. Fantasía entre erótica y erudita, La décima musa (Valladolid: s.n., 2010) es una ficcionalización del chercher la femme entre anaqueles, protagonizada por una bibliotecaria que, más que custodiar libros, los inspira. Éste de David Rodríguez Gómez, al menos. "Cuando imagino tu nombre/ rompo un verso/ que suena/a belleza/ Retumba a Rilke". Los tiempos cambian. Las diosas no.