Pilar Martínez era azafata de vuelo, pero su pasión siempre fue la literatura. Al fin dio el paso y montó un bar literario junto a sus socias Jimena Coronado y Lena de Martini. Pilar escribe, casi en secreto, pero aún no ha osado a subir al escenario de Diablos Azules. Sí lo han hecho y lo hacen, desde hace seis años, escritores de toda condición, del absoluto principiante al consagrado. Hace casi tres años las actividades literarias tomaron impulso desde que se dejó caer por allí el escritor Carlos Salem, padre de la "cerveza ficción", que organiza cada martes una jam session de poesía. También hay sitio a lo largo de la semana para el microrrelato, los recitales y las presentaciones de libros en un ambiente bohemio y de estar por casa.