Opinión

La flauta mágica de Bartolo

La Papelera

17 enero, 2001 01:00

Pues me aburrí en La Flauta Mágica. El Real aburre hasta con Mozart. Menos mal que de vez en cuando nos despierta con algo: amago de huelga, fuegos fatuos, broncas, etc. Ya lo dice Plácido en portada. A ver si se calienta un poco. Item más. Goytisolo utiliza su periódico para romper aguas, Saramago sigue con el chip del dogma, Cortés llama a su Doctor particular y Marisa Paredes quita los floreros de la Academia.

Buf, buf, buf. Cómo me gustó el artículo de Juan Goytisolo en El País, que empieza a ser ya en su totalidad el de las tentaciones. Era un texto un tanto viciadillo, reconózcanmelo, pero qué cosas veredes, querido hermano. Verdad es que ni el Mediterráneo ni el Atlántico siquiera descubría, pero a uno le reconforta el debate en el coto vedado, tan calladito hasta ahora, y tan lanar. Ahora sí, Juan, ahora sí vamos a más. Y a ver si Saramago cambia el chip dogmático y entra en liza, que hay que poner los pies en la tierra, don José.

Los que van a más son Miguel ángel Cortés y su asesor áulico, Pepe Guirao, en Exteriores. El ex secretario de Cultura sigue haciendo y contratando en su protectorado como si nada. Como si Luis Alberto y mi propia Castillo no hubieran torcido el gesto. Lo penúltimo es la incorporación de Rafael Doctor, antiguo responsable del Espacio Uno del Reina Sofía. Doctor, que parecía haberse adaptado a la nueva situación bajo Bonet en el Museo, al final ha preferido irse con sus amigos de antes. Todos juntos otra vez, con más presupuesto y mejor ambiente, ¿hay quien da más?

Tormenta perfecta es la que, a la chita callando, ha sacudido la adormecida Revista de Occidente. No había forma de que Magdalena Mora, su antigua directora a todos los efectos, cogiera el portante. Dos años de tira y afloja para marcharse (money, money....), cosa inverosímil en la historia de la revista. Ahora va a ser Ignacio Sánchez Cámara, sabio y cabal donde los haya, quien se dedique a refrescar sus legendarias páginas.

Qué pedazo de movida la de los teatreros de Madrid. Qué vértigo el de sus cismas y sus festivales. Me supera pero hay que reconocer algo: la escena española despierta y vuelven los grandes, como Alfredo Mañas, que se recupera de una trombosis. Lo único que le deseo es que pueda asistir al reestreno de Misericordia. Mucha mierda.

Quien no parece que acepte la misericordia es el mítico ilustrador Daniel Gil, que se ha tomado a la tremenda su "mención" y de ustedes para mí que ha hecho algo el ridículo. Daniel, claro que te lo mereces, hombre, pero deja que sea yo el que ironice y defienda tu mérito al completo.

Y qué decir de los clásicos de ayer y de hoy. Me pregunto qué descuento estarán haciendo a los espectadores de anfiteatro en las funciones de La flauta mágica. Y me lo pregunto por aquello de las entradas con visibilidad reducida, porque desde allí no hay quien vea todo cuanto pasa en la pasarela superior que gravita sobre un cubo que muy bien podría haber diseñado Moneo. En Viena, de donde viene la producción, no hay anfiteatro con tanto número de filas escalonadas. Busquen, comparen, y si encuentran algo mejor...

Y ya que estamos con la Flauta y ya que hemos leído sus críticas, he de decir que me aburre. Me asombra que nadie haya puesto el dedo en la llaga. Porque esta flauta no pita, o más bien le pasa lo que a la de Bartolo, que pita por un agujero solo. ¿Se puede concebir que la Flauta sea aburrida? Pues lo es porque los propios intérpretes se aburren en escena y, lógicamente, no transmiten nada de nada. Mozart no tiene suerte en el Teatro Real. Esperaremos el Cossi fan tutte de López Cobos…

Bajo el lema "los débiles resistiremos", nuestra nueva presidenta en lides cinematográficas, Marisa Paredes, demostró ante la concurrencia que tiene algo más que presencia y buen trato para ocupar su sillón. En la presentación del informe anual sobre la industria cinematográfica española que elabora su institución, todo eran comparaciones con Aitana. ¿Será por eso que la Academia ha ampliado el mandato a tres años? ¿Será que han retirado los floreros de los despachos de la Academia? ¿Qué será, será, será?

Me hubiese gustado saber, a pesar de la parabólica internacional que he montado expresamente para el caso, qué se trató en la reciente reunión a la que asistieron el senador Christoph Stülzl y los directores de la óperas de París, Zurich y Munich, señores Gall, Pereira y Jonas. Parece que el hueso de la conversación fue la problemática de Berlín y que van a formar un frente común de apoyo a la continuidad de la Deutsche Staatsoper Unter den Linden de Barenboim. Seguiré en sinfonía.

P.D. Ah! ya hay nombre para la gerencia de la Orquesta de Valladolid. Se trata de Valentina Granados, hasta ahora asistente de Javier Casal en el Teatro de la Zarzuela. También hay nombre para dirigir esa extraña Vida breve que quiere ofrecer la Comunidad de Madrid en el Teatro Real para turistas. Será Pedro Halffter, que se apunta un nuevo tanto. ¿Es que no había un título más taquillero? ¿Para qué quieren producciones propias como Carmen?