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Opinión

Jiménez Losantos

Los columnistas

18 abril, 2001 02:00

Tenemos en Jiménez Losantos a uno de los más buidos y urgentes comentaristas políticos, pero ha elegido ya definitativamente la democracia capitalista, leha cogido la postura al liberalism, y no hay nada que hacer

"En la política profesional la virtud no suele ser recompensada, y como el oficio de sindicalista se parece mucho al de político profesional, por lo menos en España..." Federico Jiménez Losantos, con su aspecto colegial, es uno de los intelectuales más sutiles de la derecha española, y en la columna Chavero, como en todas, deja transparentar, por ejemplo, su repudio del sindicalismo, que le parece siempre político y profesional.

A Federico no le preocupa demasiado la dimisión de Chavero o el desprestigio de Méndez, a quien llama Oso Yogui. Federico ha visto con finura cuál es el camino por donde puede hacer daño. Y así, nos recuerda que los sindicatos debieran vivir de sus afiliados y no del contribuyente, lo cual es un buen reproche para nuestra democracia, pero sobre todo, un reproche que le encanta a la derecha. Ya no hay sindicalismo, hala, ya podemos desabrocharnos el chaleco de tisú de oro y respirar a gusto. Se pregunta Federico: "¿Para qué sirven los sindicatos, o más concretamente estos sindicatos nuestros?". No pueden servir para lo que servían en tiempos de la revolución industrial. Pero esta pregunta capciosa, con su respuesta, no quiere decir que Federico Jiménez Losantos añore arrobado el sindicalismo progresista de entonces, que en realidad le parece reaccionario frente al despliegue de los ricos, que no paraban de inventar máquinas.

"Y no está clara cuál es su función, por decirlo piadosamente, en una sociedad de servicios, mucho más plural y libre que las del siglo pasado y donde la capacidad de contratar y descontratar es la clave de la prosperidad general". Ahí tienen, nuestra sociedad es mucho más plural y libre que las del siglo pasado, donde los sindicatos eran un estorbo, como ahora, aunque hoy Federico los levante como ejemplo para nuestro mediocre sindicalismo actual. La palabra "plural" es el último seudónimo del liberalismo económico y Federico la ma

pasado y con el anterior y con los que haga falta hasta Recaredo. "La capacidad de contratar y descontratar es la clave de la prosperidad general". O sea, que los obreros, ahora, son de usar y tirar, de contratar y descontratar, de lavar y secar, con lo que la prosperidad capitalista, además del chaleco, se desabrocha también los pantalones, uf, que aquí hay una prosperidad que no se puede aguantar.

Federico Jiménez Losantos, que sigue queriendo parecer el párvulo de la clase política, es el que más sabe porque es el que más ha estudiado, y es el que más escribe porque es el más inteligente. Precisamente su inteligencia es lo que le hace peligroso. En la derecha roma de pronto surge un hombre como el Fede y es el que de verdad inicia la movida porque puede codearse, porque puede hablarles cara a cara a los intelectuales de izquierdas y devolverles las citas y los insultos. Lo que le ocurre ahora, tras un conocido pasado de izquierdas, es que este Gobierno le parece poco de derechas y sospecha que Aznar está tomando medidas izquierdosas y le gusta ir de rojo. Pero a Jiménez Losantos no le moverán de su santuario y su torre de marfil románico, donde encontramos micrófonos de la radio, las vidas de los reyes godos, biografías de Azaña, que según él era de derechas, frases de los rojos fuera de contexto (las frases y los rojos) y otros avituallamientos para dar la batalla diaria, por la radio y por la prensa, no ya contra una izquierda que no existe sino contra una derecha gobernante que le parece poco y en la que ya tendrían que haberle dado una moqueta para que se callase, porque les va a hacer mucho daño.

A mí me gusta tener un amigo tan inteligente y lamento no poder el conservatismo español con bandera carlista o algo así. De todos modos, ese talento que tiene sirve para hacer libros gordos que se venden bien entre la derechona, que cree mucho en él. Pero uno opina que ni es tan de derechas como dice ni fue tan marxita como también dice, sino que juega siempre a la greguería maquiavélica para salir adelante con su lucidez y su espíritu dañino. Necesita ser el líder de algo y ahora le toca ser el líder ultraaznarista que deja mal a Aznar todos los días.

Una de sus afirmaciones es que durante el siglo XX se han pro bado todas las variantes del socialismo, desde el carcelario ha el fiscal. Carcelario y fiscal. Federico es incapaz de poner un ejemplo de socialismo positivo. El socialismo, para él, es la última pla de la Historia y una vuelta a la Edad Media, pero con preservativo y I dora del día siguiente. Este columnista junta siempre lo libe con lo democrático, que es la manera de echarle una mano capi lista a la democracia. Los sindicatos, en Europa, siguen sien de izquierdas, lo cual le cabrea mucho a Federico Jiménez Losantos, y lo atribuye a impotencia de clase, ya que, tras caída del Muro, todas debieran t berse convertido en grupos folklóricos para tener distraídos a Ios obreros mientras los respectivos Gobiernos les envenenan en plan espongiforme.

Tenemos en Jiménez Losantos a uno de los más buidos y urge tes comentaristas políticos, pe ha elegido ya definitivamente democracia capitalista, o sea, q le ha cogido la postura al liberalismo, y no hay nada que hac Canta a los accionistas particulares, el capitalismo popular de do Margarita, y quisiera que Rato animase a hacer una cosa así, pe llevándolo a las últimas consecuencias y dándole a él una te visión, no como negocio, sino como zarza en llamas desde don manifestársenos, como Dios Moisés.