Opinión

Ménades en construcción

21 noviembre, 2001 01:00

Va de máscaras. Juan Manuel de Prada consigue enervar y provocar con sus ménades y sus distinciones aristocráticas. El pueblo de Las Rozas se queda con la casa de Marga Gil. Crisis en la Marlborough. Nuria Amat desenmascara a la falsa moneda literaria. José Luis Guerín acaba por fin con su ostracismo con un Nacional sorpresa. P.D. James presentará Muerte en un seminario en la Universidad de Granada. ¿Quién irá a la Filarmónica de Múnich que deja vacante Levine?

El alcalde de las Rozas, Bonifacio de Santiago, ha comprado el chalet en el que Marga Gil Roesset se suicidó en 1952 por amor a Juan Ramón Jiménez. Ya recordarán la historia: la joven Marga Gil, escultora vanguardista de 22 años y amiga de Zenobia y Juan Ramón, se pegó un tiro en la cabeza una mañana de junio después de destruir parte de su obra, escribir un diario sobrecogedor y anunciar poéticamente su amor y muerte por el poeta.

Las paridas de un ignorante. Así han titulado un grupo de filósofas y políticas dos abrumadoras Cartas al Director contra Juan Manuel de Prada. No pueden con él, furiosas por su penúltimo artículo, por unas "mujeres encolerizadas" de más y unas "ménades" de menos. Que no se entiende ni a sí mismo, dicen, y que no puede mantener con coherencia una línea argumentativa. Y todo, por un artículo "sembrado de tópicos y estereotipos". ¡Qué feliz debe de estar Prada! ¡La máscara de héroe machista aún funciona!

La Fundación Lázaro Galdiano ha comenzado a publicar los fondos de su archivo. Poco a poco iremos descubriendo aspectos desconocidos de los más célebres autores de nuestra historia literaria. De momento, los epistolarios descubren a un Zorrilla lejos de su momento de mayor éxito, pobre y anciano y a un Clarín rácano y soberbio que reclama una mayor remuneración por sus colaboraciones. Si les dijera que todo esto me suena, ¿qué pensarían?

El pintor Juan Vida ha entrado en la Real Academia de Bellas Artes de Granada diciendo que "la pintura es un idioma". ¡Y tanto! A muchos nos siguen sonando a sueco algunas de las últimas propuestas contemporáneo-circenses (que no la de Vida, por cierto)...

Romano Gandolfi ha escuchado a María José Montiel y le ha ofrecido cantar el Réquiem de Verdi en Parma, Cremona y Piacenza. Cantará la parte de la mezzo, como también cantará esta parte de La Favorita en abril en Bolonia. Mientras tanto los círculos líricos españoles andan, una vez más, en la inopia.

Crisis en la galería Marlborough. Me aseguran que el balance no cuadra. La razón no parece estar tanto en la marcha de Isabel Azcárate como del cambio de relaciones con la Comunidad de Madrid. Lo digo más claro: la Comunidad ya no le compra tanto a la Marlborough como en los tiempos de Leguina.

Mucho movimiento entre los grandes directores de orquesta: Haitink, a la Sttatskapelle de Dresde, Levine a la Sinfónica de Boston, mientras que Kurt Masur y Neeme Järvi al hospital. Suerte para unos y otros. La pregunta del millón es ésta: ¿Quién irá a esa Filarmónica de Múnich que deja vacante Levine y que tuvo anteriormente como titular a Celibidache?

La enfermedad de la novela, según Nuria Amat, está en la "contaminación ambiental". Pues sí, aquí todo el mundo escribe algo. Aquí cualquiera hace relojes ¿El talento? Una quimera perdida entre tanta colección inútil. Y todo este esfuerzo por desbrozar nos conduce inevitablemente a la melancolía.

El Premio Nacional de Cine fue para el autor de Los motivos de Berta, Innisfree y Tren de sombras. Ya era hora de que hicieran caso a José Luis Guerín. En construcción ha destapado el tarro de las esencias de uno de los genios más indiscutibles de nuestro cine. No como otros, de cuyo nombre ni me acuerdo.Como bien señaló, "hay que esperar mucho para captar la realidad".

Como el que no quiere la cosa, Jesús López Cobos casi se afinca en Madrid. No hay orquesta ni organización que se le resista: la RTVE, la OSM, la de la Comunidad, en el Real acompañando a Ana María Sánchez… Cuando termine Cosi fan tutte habrá llegado la hora: o sí o no. Al Real, claro.

Todo es posible en Granada. Por ejemplo, encontrarse a mediados de diciembre con la reina de las novelas de misterio, P. D. James, que sucumbe al encanto del sur para presentar Muerte en el seminario. Lástima que lo haga en una Facultad. ¿Será para impartir doctrina?