Opinión

Reyes 2004

8 enero, 2004 01:00

Bueno es mirar atrás cuando uno está próximo a cumplir diez años de vida. En mi constante deseo de pedir lo mejor para todos, los Reyes Magos se han mostrado especialmente reticentes en algunos casos. Este año insistí en ellos así como solicité cosas nuevas para amigos nuevos. Aún no sé que es lo que Sus Majestades les habrán concedido a unos y otros.

Caballé y Berganza: los obligados reconocimientos operísticos en el Real con la mariscala de El caballero de la rosa, Diálogo de carmelitas El teléfono, La voz humana u otro espectáculo pensado con inteligencia y cariño.

Ahinoa Arteta: un tenor, no ya un barítono, a quien decir aquello de "Amami Alfredo"

Antonio Moral: que no tenga que volver a su antiguo cargo en "Scherzo".

Ramón González de Amezúa: un retrato de Hernán Cortés para celebrar su larga presidencia en la Academia de Bellas Artes, el Consejo de Administración de Telemadrid, el Patronato del Real y lo que usted me diga.

Emilio Sagi: un busca.

Juan Cambreleng: un video de Aterriza como puedas.

José de Eusebio: un gnomo disfrazado de Albéniz.

Vela del Campo: una mesa camilla, una chimenea-cassette y una bombilla tenue para que se sienta en casa como en sus conciertos favoritos.

Enrique Franco: mucho fósforo para que su memoria recuerde que hay otros conciertos además de los de la Fundación Albéniz.

Emilio Casares: un rector con más capacidades que aquél que dejó escapar la donación de la mayor colección española de cds.

D. Felipe y Dª Leticia: que Enrique Viana les diseñe la ceremonia nupcial para regocijo de todos los que la veamos por televisión.

Isabel Vázquez: una tonelada de caramelos para rellenar las cestas vacías en todo concierto que no sea de la OCNE.

Pilar del Castillo: "Un palco en la ópera", cantado por Renato Carrosone, allá por abril.

A la santísima trinidad de nuestra música: tres coronas de laurel de los césares con un chip sonoro constante "recordad que no sois Dios, sino humanos".

José María Aznar: una república, aunque sea la de las letras, y un DVD de El día después.