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Opinión

Alto riesgo

4 noviembre, 2004 01:00

Alberto Miralles, José Saramago, Derek Walcott y Claudia Cardinale

Cumbre de poetas para celebrar los primeros XXV premios Príncipe de Asturias. El refugio de Hemingway en Florida se convierte en un oasis gay. Saramago, de nuevo en acción. Malpaso se apunta al año Quijote. Sus compañeros del Prado añoran a Balbín. Claudia Cardinale se adueña de El corazón de la tierra.

Una de las cosas que Graciano García tiene en mente para celebrar los 25 años de los premios Príncipe de Asturias el año que viene es un encuentro que reúna a los mejores poetas del mundo, o sea, de premio Nobel para arriba. Si lo consigue, tal vez veamos juntos a Seamus Heaney, Derek Walcott, Simic, Szymborska, Adonis, Zagajewski o el simpar Mário Cesariny haciendo sus performances surrealistas que en él son cosas naturales... Un lujo. Al parecer habrá media docena de representantes de la lírica patria, y no faltarán poetas en asturiano. Ya saben que en sus discursos en los Premios el Príncipe cita siempre algunos versos. En esta ocasión fueron de la poeta Berta Piñán, aunque no en su versión original, sino en la traducción de José Luis García Martín que apareció en la revista Clarín.

Seguro que a Hemingway, el escritor-macho por excelencia (aventurero, cazador, amante de los toros, las mujeres y el alcohol), le divertiría: su casa de Florida se ha convertido en un santuario gay. Allí escribió Muerte en la tarde, Las verdes colinas de Africa y Tener y no tener, y hoy ondean las banderas del arco iris. Nada que ver con la ruinosa situación de la casa del escritor en los alrededores de La Habana, aunque una fundación americana se ofrece a salvar los 9000 volúmenes de la biblioteca, muebles, trofeos de animales africanos, botellas de ron y carteles de corridas de toros.

Lauro Olmo, Alberto Miralles, José Monleón y Fernando Savater componen el variopinto cuarteto al que homenajea esta semana el V Salón Internacional del Libro Teatral de Madrid, que merece la pena que lo visiten: stands con las últimas ediciones, talleres de dramaturgia y el concurso teatro-express se integran en un evento dirigido a promocionar la lectura y edición de obras teatrales.

Aún no ha terminado los bolos promocionales de su Ensayo sobre la lucidez, y ya está enredado Saramago con la siguiente novela, de la que adelanta el título y poco más, Las intermitencias de la muerte. Además, en marzo se estrena en Milán una ópera sobre don Juan con libreto suyo. Y sigue guerrero, porque, por ejemplo, dice no comprender por qué su Ensayo no ha suscitado ningún debate político en España, y sólo ha interesado a lectores y críticos literarios.

No lo duden, la crítica literaria es una profesión de alto riesgo: no sólo uno se la juega en cada entrega, sino que, según dónde, se pasa de la gloria al silencio, del escenario a la grada y castigado sin postre por una puta de más o un acordeonista de menos.

La compañía de danza catalana Malpelo se suma a las celebraciones del "Año Quijote" con una coreografía que estrenarán en el próximo festival Escena Contemporánea. Es sólo uno de los "entrantes" del certamen que dirige Mateo Feijoo, y en el que se podrá degustar la última obra de Angélica Liddell Y como no se perdió... Blancanieves y el texto de Reixa Cerveau cabossé II: King Kong Fire, dirigido por Oscar Gómez. El ciclo Perfil estará dedicado a la coreógrafa y bailarina galesa Eddie Ladd. Una novedad es la incursión del certamen Mira! dentro del propio festival. Lo abrirá el músico Llorenç Barber.

Ya lo dijo el Nobel, quien resiste gana. Y el escritor Cobos Wilkins ha ganado: los tribunales le han dado la razón en su pleito contra Cristina Hoyos, que pirateó la adaptación del propio escritor de su novela El corazón de la tierra; además, está en marcha su adaptación al cine, por lo legal esta vez, interpretada por Claudia Cardinale, y remata un libro de relatos, Siete parejas y un solitario, que saldrá en febrero.

Siempre se ha dicho que el humor es el lenguaje de la inteligencia. Me lo creo cuando leo las "Fichas para un diccionario universal de escritores" que publica Felipe Benítez Reyes en el último Clarín. De Arrabal dice: "La Virgen María se le presentó una noche y le dijo: Arrabal, hijo mío, a ver si mañana te peinas un poco antes de ir a tu Oficina de Genialoidades". De Gamoneda:"Un gabriel y galán con síndrome napoleónico de rilke". Y de Kafka: "Era tan delgado que sólo le cabían en el cuerpo los laberintos".

Tal vez deberían haber puesto el retrato de José Luis Balbín, entre los magníficos retratos de la exposición del Prado, sólo para que le recuerden. Porque es el director de Comunicación del Museo, pero ni aparece por allí, ni se le espera.