Image: Eñe que eñe

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Opinión

Eñe que eñe

24 marzo, 2005 01:00

Viviane Forrester, Emilio Martínez Lázaro, Alberto Anaut y John Grisham

Homenaje a Lázaro Carreter en "su" facultad. La fábrica de Anaut sigue produciendo. Piglia niega la mayor. El "Crímen de las trece rosas", próximamente en sus pantallas. Viviane Forrester sigue dando guerra. Fernando Trías, ¿obsesionado por las hormigas de cabeza roja? Y EEUU niega el visado a José Jiménez.

Quien puso el dardo en la palabra, inteligencia y saber en la universidad, y llevó rigor, disciplina, la informática y la modernidad a la Real Academia, bien merecía que "su" facultad, la de Filología de la Complutense, le rindiera homenaje: me refiero, claro, a Fernando Lázaro Carreter. Será el 11 de abril, y contará con las intervenciones de García de la Concha, Ignacio Bosque, José Antonio Pascual, José Manuel Blecua y Violeta Demonte, entre otros.

La Fábrica de Alberto Anaut no para, qué bien puesto el nombre. Su nuevo proyecto es una revista trimestral de nombre "Eñe" y con el subtítulo "revista para leer" (no deja de tener su guasa). La idea, una revista con formato de libro y colaboraciones de primera, algo así como una Granta hecha aquí. La directora será Camino Brasa y en la primera entrega, dedicada al tema de la Noche, podremos leer textos de Bryce Echenique, Sergio Pitol, David Foster Wallace, Czeslaw Milosz, Chuck Palahniuk o Sammy Davis Jr. El ubicuo Arroyo se ha ocupado de portada e ilustraciones interiores. Ojalá dure, y podamos decir que La Fábrica sigue "eñe que eñe".

Semanas después de la polémica sentencia que condenaba a Ricardo Piglia y a Planeta Argentina, el escritor ha roto su silencio para negar la mayor. Niega que el premio estuviese amañado y que hubiese en juego dos novelas, la que ganó y la que presentó: "Terminé de escribir la novela a fines de julio y la presenté el 20 de agosto, mucho tiempo antes de la terminación del plazo del concurso (el manuscrito recibió el número 111 de un total de 264 novelas presentadas)". Y termina proclamando: "En la literatura argentina las diferencias literarias las han dilucidado siempre los escritores. ¿O vamos a empezar a llamar a la policía cada vez que alguien no valore lo que escribimos?"

Por si acaso, el demandante de Piglia puede leer, a partir del próximo miércoles, El vendedor de tiempo, de Fernando Trías de Bes (Empresa activa), coautor del gran tapado español del año pasado, La buena suerte. En esta ocasión su fábula de autoayuda trata de un tipo obsesionado por las hormigas de cabeza roja. Algo más tendremos que esperar por estos pagos para descubrir cómo John Grisham da el salto a la no ficción con la historia de Ronald Keith Wiliamson, una promesa del béisbol que cometió un crimen y estuvo en el corredor de la muerte hasta que cinco días antes de su ejecución le salvó un test de ADN en 1999.

Algunos, gracias quizás a Dulce Chacón, Jesús Ferrero o Carlos Fonseca, recordarán el terrible "Crimen de las Trece Rosas": el 5 de agosto de 1939, al poco de terminada la Guerra Civil, trece chicas menores de 21 años fueron fusiladas en el Cementerio de la Almudena añadiendo más horror al horror. Estos días Ignacio Martínez de Pisón y Pedro Costa (al que no le falta olfato) investigan el caso para llevarlo al cine. Lo dirigirá Martínez Lázaro y estará producido por el tándem Enrique Cerezo y el propio Costa. Veamos si esta vez la producción en equipo les va tan bien como Juana la Loca.

A sus 79 años, Viviane Forrester sigue dando guerra. Hija del banquero Edgar Dreyfus, Forrester conoció la persecución nazi. Ahora acaba de publicar en Francia El crimen occidental y pone el dedo en la llaga diciendo, por ejemplo, que "la palabra Shoah es muy linda, pero llamar al horror nazi con un nombre hebreo hace que ese horror sea únicamente judío, y donde pasó todo fue en Europa. No se gaseó a judíos, sino a franceses, belgas, alemanes..." , o que "la II Guerra Mundial fue una guerra heroica y victoriosa para los aliados, pero la guerra contra la ideología nazi y el antisemitismo nazi no existió. Hubo un consentimiento subterráneo de los diferentes países implicados antes, durante y después de la guerra, y una vez terminada algo quedó sin resolver".

La sensación del año en Inglaterra se llama Andrea Levy, la primera autora que ha conseguido ganar el mismo año los premios Whitbread y Orange y que además acaba de ser nominada en dos categorías a los British Book Awards. Su novela se llama Small Island y narra la llegada a Inglaterra de la primera oleada de inmigrantes jamaicanos. Sus competidores en los premios serán Hari Kunzru, David Mitchell y Colm Tóibín, entre otros, aunque el nominado más sorprendente es el ex futbolista Paul Gascoigne, con Gazza: My Story.

Fíjense si estarán turbias las relaciones entre España y EEUU que a José Jiménez, director del Instituto Cervantes en París, le han denegado el visado para entrar en los Estados Unidos, donde estaba previsto que diera una conferencia sobre arte contemporáneo al hilo de la celebración del Armory show. Es lo que tiene el pasaporte diplomático.