Opinión

Sin complejos

27 abril, 2006 02:00

Arriba, el escritor Mario Vargas Llosa, Luis Racionero y Nanni Moretti. Abajo, la baronesa Thyssen y Francis Ford Coppola

La Feria del Libro se presenta abrumadora. Vargas Llosa ya tiene a punto sus Travesuras de la niña mala. Racionero, sin complejos. Gómez Pin se adentra en el repudio contemporáneo de la condición humana. El MoMa, con los enfermos de Alzheimer. Mañana arranca Foro Sur. Carmen Thyssen-Bornemisza, por derecho. Y el Festival de Cannes calienta motores con Pedro Almodóvar y Nanni Moretti.

Falta todavía un mes y la Feria del Libro de Madrid este año amenaza con ser más abrumadora que nunca, si cabe. La cosa es que el año, Harry Potter, Reverte, Punset y Falcones aparte, está siendo muy malo para la mayor parte de las editoriales, que van a echar el resto en la que es la última oportunidad de maquillar números y cuadrar balances.

A punto de caramelo está ya la última novela de Mario Vargas Llosa, Travesuras de la niña mala (Alfaguara), que ve la luz el 17 de mayo, aunque no será hasta el 22 de ese mes cuando se desate la campaña de promoción con el novelista de bolo en feria. Casi el mismo plan que le espera al esquivo Luis Racionero, que posiblemente irritará a más de uno con Los complejos de la derecha (Planeta). En él intenta responder a cuestiones como de qué se avergöenza la derecha o si se nace de izquierdas o de derechas, y cuenta con la complicidad (y las respuestas) de Fernando Savater, Tamames, Sánchez-Dragó, Pujol, Boadella o Anson. Vamos, que promete.

Ya se sabe que de un buen libro no siempre nace una buena película ni al contrario, pero para zanjar el asunto (o así) el londinense "The Guardian" ha organizado una encuesta para elegir las mejores adaptaciones cinematográficas de la historia: al parecer no faltarán ni Desayuno con diamantes, basada en un relato de Capote y dirigida por Blake Edwards, ni Lolita, de Nabokov, dirigida por Kubrick, o El padrino, la mediocre novela de Mario Puzo que Coppola convirtió en obra maestra del cine. El 5 de mayo el periódico publica la lista definitiva de candidatos, y el ganador se dará a conocer a finales de ese mes. ¡Hagan juego!

Cuando aún colean los efectos de El hombre, un animal singular (La Esfera de los Libros), Víctor Gómez Pin tiene ya en el horno Entre lobos y autómatas, otra entrega de alta tensión filosófica que aún no tiene editorial pese a los tenaces esfuerzos de Silvia Bastos y en la que mi filósofo de cabecera analiza el repudio contemporáneo de la condición humana, un tema que, como saben, desvela a más de uno.

Buenas noticias para todos los que lamentan que algunos museos sean meros contenedores de arte sin alma: el MoMA de Nueva York ha organizado unas jornadas dirigidas expresamente a enfermos de Alzheimer y ha descubierto que el arte moderno estimula en ellos la expresión, relajación y placer. "Cuando quienes viven con Alzheimer hablan sobre las obras de arte en esta visita, sus respuestas son sorprendentes. Su comportamiento muestra mucha menos ansiedad y se transforman gracias a esta experiencia", dicen ahora sus responsables, que aseguran que los maestros que más conmueven a los enfermos son Henri Matisse, Pablo Picasso, Henri Rousseau y Andrew Wyeth.

Estaba cantado aunque muy pocos se atrevieron a entonarlo (elcultural.es ya lo hizo hace cinco semanas en rigurosa primicia). Pedro Almodóvar compite en Cannes con Volver, ya es oficial, como se habrán enterado. Parece que el país vecino, entre monográficos y otras seducciones, no suelta a nuestro manchego universal. Pero la que a mí me interesa es la película de Manuel Huerga, Salvador, que participa en la sección "Un certain regard". Me dicen que eso es cine de verdad. De la selección francesa (este año menos oriental y más latina, que ya iba siendo hora), también muero por ver lo último de Nanni Moretti, El Caimán, furibundo ataque contra Berlusconi que promete. Como prometen también lo nuevo de Kaurismaki (Lights in the Dusk) y de Sofia Coppola (Maria Antonieta). Una pena que David Lynch no haya llegado a tiempo...

Mañana empieza Foro Sur, la feria que ha logrado movilizar el mercado del arte en Cáceres y que ya va por la sexta edición. Con la comisaria Rosa Queral al frente, ha logrado que 25 galerías españolas y portuguesas se trasladen durante cuatro día a Cáceres (que después del Congreso de la Lectura está más cultural que nunca). Pero como lo importante no es la cantidad sino la calidad, la selección de galerías es de sobresaliente. Entre las nacionales, por supuesto, Helga de Alvear, Distrito Cu4tro o Fúcares; y no faltan las lusas, Graça Brandao, Pedro Oliveira o Quadrado Azul.

Por cierto que el contencioso por la marca Carmen Thyssen-Bornemisza parece ya zanjado. La baronesa ya es dueña y señora de su nombre en el registro, como parece lógico, y en el museo madrileño reina de nuevo la paz. Ya sólo queda, que es quedar mucho, que se cierre la compra que se vislubra en lontananza.