Image: El Nobel, al caer

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Opinión

El Nobel, al caer

5 octubre, 2006 02:00

Mario Vargas Llosa, Kenneth Branagh, Josep Pons y Fernando Botero

Un premio con muchos humos descubre lo nuevo de Alicia Framis. ¿Hablará castellano el Nobel de este año? La Orquesta Ciudad de Granada y las Sinfónicas de Barcelona y Galicia, en la picota. Los Beatles colaboran póstumamente con el Cirque du Soleil. Variety se vuelca con el cine español. Y Fernando Botero no encuentra donde exponerse.

Cada vez falta menos, incluso podría ser hoy, pero sea cual sea el fallo de la Academia Sueca (y si el elegido es Pamuk, de fallo nada), me cuentan que desde hace un mes en Iberoamérica adelantaban sus candidatos al premio Nobel, quizá porque han pasado 15 y 8 años desde los premios a Octavio Paz y Saramago. Y junto a los Vargas Llosa y Fuentes, en las encuestas aparecían el brasileño Rubém Fonseca, los chilenos Parra, Gonzalo Rojas e incluso algunos casi inéditos aquí, como Ferreira Gullar o Héctor Libertella.

Se avecina un invierno musical más que movidito. Aunque ya es historia, la Orquesta Ciudad de Granada vivió una auténtica convulsión el día en que Josep Pons asumió la titularidad de la Nacional. Con la llegada de Jean Jacques Kantorow como nuevo responsable musical, ese vacío no se ha cubierto. De hecho, este verano, a punto, a punto, estuvieron los políticos de despedirlo. Y hablando de orquestas, no ha causado ninguna sorpresa que Patrick Alfaya, presidente de la Asociación de Orquestas Españolas, asumiera la gerencia de la Sinfónica de Barcelona, dejando compuesta y, veremos si con novio o sin novio, a la de Galicia.

Por cierto, que no dejan de explotar el legado de los Beatles. Partiendo de una idea que dejó proyectada George Harrison, en noviembre saldrá Love, un álbum con música inédita del cuarteto de Liverpool que servirá de apoyo artístico al nuevo espectáculo del Cirque du Soleil. El pozo de Abbey Road es inagotable, y si no que se lo pregunten al quinto o sexto beatle, el mítico George Martin, productor junto a su hijo Giles de esta entrega.

El Festival de Cine de Sevilla viene este año con fuerza. Especializado en cine europeo, quiere ser más que Valladolid, más que Gijón y que Málaga. Los sevillanos traerán a España en la primera semana de noviembre el regreso de Kenneth Branagh a la dirección (pereza me da), La flauta mágica, y para calentar motores, abrirán a finales de mes una exposición de grandes fotografías de directores de cine, con Fellini, John Huston, Almodóvar...

Nada menos que treinta páginas dedica la revista "Variety"al cine español. Aprovechando la semana del Festival de San Sebastián, el semanal norteamericano, biblia de la industria cinematográfica, analiza el estado de la nuestra, a la que augura crecimiento en su exportación. El foco lo dirige hacia el sector gallego de producción audiovisual, y aunque en su pormenorizada lista de distribuidoras ‘indie’ se olvida de algunas importantes (Nirvana, Karma, Wanda), sí nos recuerda algo que a veces olvidamos: "España es un país de autores". Vamos, que para hacer americanadas ya están ellos.

Ni los más optimistas parecen creerlo, pero ¿cambiarán las cosas, en lo cultural, tras los veinticuatro años de gobierno de Rodríguez Ibarra? ¿cesará la censura publicitaria contra los medios que cuestionan campañas y subvenciones culturales? ¿Se consolidarán proyectos exitosos como el Plan de la Lectura o de Bibliotecas? ¿Qué será de la corte de escritores pelotas que acompañaba sin desmayo al bellotari? Sé lo que me digo.

Una cosa es que se haga la vista gorda a que empresas tabaqueras patrocinen actos culturales y otra muy distinta que obliguen a los asistentes a hacerse del partido. Me explico: mañana, 6 de octubre, la D Society, un club de la marca de tabaco Dunhill, organiza la presentación de "Tomas falsas", una maratoniana jornada para dar a conocer obras inéditas de artistas . El plato fuerte del día será el vídeo que la artista Alicia Framis ha realizado en un espacio industrial del centro de Madrid. Para asistir al acto hay naturalmente que ser invitado, pero D Society va más allá. Copio: "para asistir a Tomas Falsas hay que inscribirse en la D Society a través de los formularios que encontrará usted junto a la invitación. Es imprescindible para asistir, rellenar los campos del anverso y devolverlo en el sobre franqueado adjunto". ¿Qué?

Fernando Botero busca museo en Estados Unidos, porque al parecer no encuentra una sala para la serie de 80 pinturas y dibujos sobre los abusos de soldados norteamericanos en Abu Ghraib, y eso a pesar de que ha decidido donarlos. Menos mal que al menos la Marlborough de Nueva York inaugura en breve una exposición con los más destacados.

P.D. No he leído la novela, pero el autor merece garantía. Este año el premio Planeta apunta alto.