Opinión

D. Bernd Freytag von Loringhoven y Editorial Crítica

Sala Segunda de lo Editorial

25 enero, 2007 01:00

Bernd Freytag von Loringhoven

Han sido vistas las diligencias seguidas contra D. Bernd Freytag von Loringhoven y la Editorial Crítica y ha sido probado y así se declara como:

HECHOS PROBADOS
1.- Que D. Bernd, nacido en l914, de familia aristocrática, militar de profesión, estuvo durante la guerra cerca de Hitler y pasó los últimos días en el famoso búnker, del que escapó para ser capturado por los aliados. Fue interrogado por el entonces miembro de los servicios secretos británicos Hugh Redwald Trevor-Roper. Más adelante, en l947, Trevor-Roper publicó el clásico Los últimos días de Hitler.

2.-Que D. Bernd había intentado sin éxito, en los años cincuenta, publicar sus recuerdos (y olvidos). Ahora, pasados sus noventa años, lo ha hecho por fin con el título En el búnker con Hitler.

3.-Que, según la denuncia del letrado D. Manuel Rodríguez Rivero (ABC), dicho libro "no aporta nada sustancial que no supiéramos desde la obra pionera de Trevor-Roper", "no nos dice nada nuevo y, además, no lo cuenta mejor que otros". ítem más: que también denuncia el letrado que estos libros "se están convirtiendo en un pequeño y rentable subgénero", pues al parecer el búnker de Hitler no era muy diferente del camarote de los hermanos Marx.

4.-Que, pese a la afirmación de que el libro "desvela muchas claves de los comportamientos frente al nazismo", la prueba pericial no ha hallado clave alguna ni cosa que se le parezca: allí nadie era al parecer nazi (salvo los muertos), D. Bernd no vio nada ni supo jamás nada y, según la formulación clásica de Helmut Schmidt: "No podía hacer otra cosa que luchar por Alemania, pero nunca luché por Hitler".

FUNDAMENTOS DE DERECHO
Los hechos probados son constitutivos de un delito grave de superfluidad recalcitrante y de otro menos grave de memoria intermitente. El libro de D. Bernd es en sustancia una defensa a ultranza del ejército alemán, especialmente de su estamento nobiliario. "El Föhrer contra el ejército", se titula uno de sus capítulos, ya que la idea central es que los militares fueron hombres de honor que cumplieron con su deber, ajenos por completo (o incluso opuestos) a las criminales acciones de Hitler y el resto de los nazis, que eran unos simples arribistas. Afirma D. Bernd que "en el fondo de mi corazón, sentía hostilidad hacia Hitler y creía servir a mi patria. Lo que intento demostrar aquí es que un joven oficial, leal hasta el final, también podía mantenerse fiel a sus convicciones y a sus valores". Desde el punto de vista de la aristocracia militar, lo que sobre todo reprocha D. Bernd a Hitler y a los nazis es su "poca clase", su "vulgaridad", su falta de apellidos y modales en la mesa. Hitler no sólo era un simple cabo, sino que era un hombre "de apariencia vulgar y siempre mal vestido". Lo peor de Martin Bormann es que era "un pequeñoburgués sin educación, con todos los complejos y la sed de poder propios de dicha clase". Burgdof, por ejemplo: "primitivo, grosero y vulgar, encajaba a la perfección en la pandilla nazi". En resumen: si el poder se hubiera mantenido en manos de sus detentadores naturales, la gente bien, de toda la vida, nobles, ricos u oficiales del ejército, no habría ocurrido nada demasiado grave. Por lo demás, D. Bernd, como todos los alemanes, afirma que "no tenía ni la menor idea del sistema creado para exterminar judíos". él "tenía la conciencia tranquila" y no había hecho más que cumplir con su deber, aunque por supuesto "Hitler nos había arrastrado al abismo". Un solo hombre y a todo un país que nunca se enteró de nada.

ACUERDO
Que debo condenar y condeno a D. Bernd, como autor de un delito de memoria intermitente, a la pena de participar en la penosa discusión española sobre la memoria histórica.

Que debo condenar y condeno a la editorial Crítica, como autora de un delito de superfluidad recalcitrante, a la pena de publicar durante un año sólo libros que comiencen con las palabras "Yo también estuve". Por ejemplo: "Yo también estuve en la ejecución de Sadam" o en el domitorio de la gallega de Cancún o a bordo del Azor o en mayo del 68, etc.

Así lo pronuncio, mando y firmo.

Contra esta resolución cabe interponer recurso de apelación en el plazo de siete días ante el juzgado digital de segunda estancia: www.elcultural.es