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Opinión

Secuestrado

22 febrero, 2007 01:00

Guillermo del Toro, Rosina Gómez-Baeza, Ignacio Padilla y Elías Querejeta

Stevenson inunda Edimburgo con su literatura. Ignacio Padilla busca lectores infantiles. Divos en el Auditorio Nacional. Guillermo del Toro marca tendencia entre los distribuidores. La resaca de Arco. Rosina Gómez-Baeza, en e-flux. Ignacio Amestoy no descansa. Elías Querejeta vuelve al documental con el "abuelo Monster". Y se avecina el Bienio Sastre.

Desde luego, si alguien en Edimburgo no lee Secuestrado, de Robert Louis Stevenson, no será por falta de oportunidades, ya que hasta que acabe febrero la UNESCO va a repartir por sus calles, autobuses, parques y cafés nada menos que 25.000 ejemplares de la novela (7.500 en edición para niños). Menos mal, en todo caso, que no se trata de ese autor recién procesado por estos pagos, porque entonces tendrían que repartir sólo un ejemplar, pero de cada uno de sus 25.000 títulos.

El laberinto del fauno ya lleva recaudados más de 25 millones de dólares en Estados Unidos y los distribuidores internacionales están como locos por encontrar películas en español que emulen su éxito. Un fenómeno que ha quedado más que claro en el último Festival de Berlín, donde la máxima beneficada por el "efecto Del Toro" ha sido la española El orfanato, una de terror del debutante Juan Antonio Bayona producida por el propio Guillermo.

Con mucha más gloria que pena se ha cerrado el ARCO de este año, para irritación de tantos culturetas que despliegan su desdén y su ignorancia por todos los salones, los televisados y los otros. En fin, que las cifras de ARCO tiran para arriba (de eso se trata, ¿no?, puesto que es una feria) y Madrid ya está en todos los circuitos del arte contemporáneo. Qué le vamos a hacer, Sánchez Dragó. ¿Por qué pasa con el arte contemporáneo lo que no ocurre con otros géneros? ¿Por qué tantas veces se reclama la opinión de los que ni saben ni les interesan? ¿Acaso entre los novelistas, un suponer, no hay tanta, o tan poca, mediocridad como en el arte? ¿Opinan los artistas en los medios sobre las malas novelas que se publican?

El caso es que e-flux ya ha pasado el arco. E-flux es una empresa gestionada por artistas, con sede en Nueva York, que envía cada día por mail noticias del sector a más de 33.000 profesionales del mundo del arte contemporáneo. Y últimamente, ya saben, lo que no pasa por e-flux no existe. Me llegó también el otro día el que adelantaba la próxima puesta en marcha de La Laboral, el centro de creación que dirigirá Rosina Gómez-Baeza (ex directora de ARCO, precisamente). Será en el mes de marzo.

Me cuentan que el bueno de Ignacio Padilla (uno de los padres del manifiesto del crack) empieza a hacer de las suyas al frente de una de las Bibliotecas más importantes de México, la Vasconcelos. Y es que se ha sumado con entusiasmo a las bebetecas o bibliotecas para bebés. Relatos con y sin ilustraciones, canciones y juegos conforman el material literario que padres e hijos entre 0 y 3 años comparten y que según algunos es más eficaz que ninguna campaña para fomentar la lectura. ¿Qué opinarán ellos, los bebelectores, cuando puedan defenderse?

Es verdad que el Auditorio Nacional no es un centro cómodo para las orquestas invitadas que deben adaptarse a los ensayos de la ONE, pero ¿Sylvain Cambreling tenía que amenazar con cancelar el concierto al ver que su demanda de retrasar el concierto 10 minutos no se tenía en cuenta? Y es que hay artistas que no respetan al respetable.

No sé cómo mi teatrero Ignacio Amestoy saca tiempo para todo. A sus muchas ocupaciones -entre las que está la de organizar La noche de Max Estrella, que este año se adelanta al 26 de marzo, víspera del Día del Teatro- sumó en 2006 la de director de la RESAD de Madrid, a la que no deja descansar, a pesar de sus bien llevados 175 años. Hace unos días debutó la nueva compañía Siglo XXI, la formación de la Escuela pensada para representar a los clásicos españoles. Y prepara nueva obra: Morir pensando matar, de Francisco de Rojas Zorrilla.

A Elías Querejeta no se le escapa una oportunidad para producir filmes que pongan en solfa el establishment. En su última producción, Goodbye America, además, nos descubre a un personaje del que jamás habíamos sospechado significación política: nada menos que Al Lewis, el abuelo de la familia Monster. En la película, que será una de las estrellas del Festival Punto de Vista de Pamplona, descubrimos a un hombre comprometido políticamente.

P.D. El "Año Sastre" será, que lo sepan, el ‘Bienio Sastre’. Para 2008 quieren reabrir La taberna fantástica por el sur y por el centro -Dramático y Nacional, claro- quieren montar la "tragedia compleja" de El camarada oscuro.