Image: Adolfo Bioy Casares, Destino y Daniel Martino

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Opinión

Adolfo Bioy Casares, Destino y Daniel Martino

Sala segunda de lo editorial

15 marzo, 2007 01:00

Adolfo Bioy Casares

Han sido vistas las diligencias seguidas contra Adolfo Bioy Casares, Destino y Daniel Martino y ha sido probado y así se declara como:

HECHOS PROBADOS
1.- Que dicha editorial ha publicado el libro Borges, del que es autor D. Adolfo Bioy Casares, en una edición que se dice "al cuidado de Daniel Martino". ítem más: que se trata de un ladrillo que tiene la friolera de 1.663 páginas (la "versión crítica" de la BAC de la Biblia sólo llega a las 1.444, por ejemplo). ítem plus: el libro está compuesto por las anotaciones casi diarias de D. Adolfo que, a modo de evangelista, nos relata los hechos y dichos de D. Jorge Luis de los que fue testigo.

2.- Que la frase "come Borges en casa" se repite cerca de 2.000 veces como inicio de la entrada diaria. Borges iba cada noche, sin falta, a poner la gorra a casa de Bioy Casares, pero en cambio no se han acreditado más de seis ocasiones en las que Borges invitara a algo a Bioy, y nunca a nada más sustancioso que un té. D. Daniel, en su cuidada edición, no ha creído al parecer posible suprimir ninguna de esas frases e incluso hay numerosas entradas en las que lo único que leemos es: "Viernes, 11 de octubre de 1963. Come Borges en casa."

3.- Que, si bien hay aquí y allá iluminaciones y observaciones agudas, el efecto de conjunto del volumen es de un tedio indescriptible, anonadante, adormecedor e hipnótico. Las conversaciones por lo común versan sobre sus lecturas, sobre los enredos de los premios literarios, la animadversión incondicional hacia Ernesto Sabato, Pablo Neruda, Octavio Paz o Manuel Mujica Laínez, y la burla sobre la Academia Española y en general sobre los españoles (habla Borges, con mucha gracia, de "un español antropomorfo", por ejemplo).

FUNDAMENTOS DE DERECHO
Los hechos probados son constitutivos de un grave delito de canonización vehemente con la agravante de ensañamiento editorial. Borges y Bioy son sin duda dos grandes escritores, a pesar del empeño de sus costaleros en hacérnoslos antipáticos. Bioy, al parecer, mantenía una frenética actividad: tras el tenis, la hípica, el adulterio sucesivo y la escritura de su obra literaria, aún encontraba tiempo para anotar sus propios diarios, sus lecturas y este abrumador evangelio de Borges según Bioy. En él hay páginas de indudable valor, pero pocos lectores tendrán paciencia para encontrarlas, ya que la furia canonizadora de D. Daniel Martino le ha impedido suprimir ni una sola coma de las palabras de los maestros. ¿Era inevitable repetir miles de veces que Borges comió en casa? ¿Es tan importante saber que el 11 de octubre de 1963 Borges estuvo allí, sin ninguna otra información añadida? ¿Necesitamos enterarnos de que, a causa de su ceguera, "Borges hoy no orinó en la letrina, sino en el piso", y que, "por esta mala puntería", Bioy lo ha "desviado de mi baño a otro, que nadie usa"? ¿De verdad nos interesan tanto los (dudosos) hábitos higiénicos de Borges: "se quita la dentadura, la pone bajo el chorro de agua, la inserta de nuevo, se seca las manos y considera que ya se lavó para ir a la mesa"? El propio Bioy, en este mismo libro, legisla: "No hay que escribir nada que uno juzgue de poca importancia; todo cuesta igual trabajo: escribir algo importante o escribir algo trivial." Que Bioy eligiera, demasiado a menudo en este mamotreto, la trivialidad, no incurre en ilícito penal. Allá él. Que la editorial y el sedicente editor respeten esa decisión con devota religiosidad de papanatas, en cambio, sí que tiene delito. Como dice Borges (según Bioy): "No hay que ser tan pesimista como para afirmar que ese libro es bueno".

ACUERDO
Que debo condenar y condeno a la editorial Destino y a D. Daniel Martino, como autores de un delito de canonización vehemente con la agravante de ensañamiento editorial, a la pena de publicar y anotar el libro Post-its y notas completas de Octavio Paz, dos volúmenes de 800 páginas cada uno, en los que figurarán, con sus correspondientes notas, todos los papeles pegados con imanes en la puerta de la nevera de Paz, así como los post-its dejados por la casa ("compra yogures", "me bajo al bar", "dentista a las 7", "llamar a Pepe", etc.).

Así lo pronuncio, mando y firmo.

Contra esta resolución cabe interponer recurso de apelación en el plazo de siete días ante el juzgado digital de segunda estancia: www.elcultural.es