1.- césar antonio molina 2.-ana diosdado 3.- eduardo vasco 4.- andré malraux

La editorial Andén y su lista de los 140 escritores. Y es que no hay Saltero que valga. Malraux y la triste realidad de Yemen. Nada mejor que un buen consejo para perpetuar el oficio de editor. La odisea económica de programar teatro en verano. José Luis Guerín romperá en Venecia la sequía española en los festivales internacionales. Y el Clásico busca más seguridad.

No hay Saltero que valga, ni marketing que cien años dure... Vamos, que el boom de Sucedió en el AVE no parece que vaya a repetirse con Desde la ventana pese a los millones que le están echando encima y los proyectos cinematográficos que le esperan. Me reconforta, sí, que el mercado alguna vez no se salga con la suya. El tren que estos días pita, por cierto, es el que llegó a Gijón el fin de semana, con tanto escritor criminal en ciernes, o la lista interminable de los ¡140! autores ya contratados por la nueva editorial Andén (no sabemos todavía qué tren piensan coger ni adónde van), entre los que, además de Ana Diosdado, Vázquez Figueroa, álex Rovira, Merino o Gustavo de Arístegui hay un puñado de insignes desconocidos como Lessly Lokko que me aseguran que darán mucho que hablar.

Lamentablemente oportunísima la reedición de La reina de Saba, de André Malraux a cargo de Península. "¿Qué se canta, aquí, en la bruma?" se preguntaba el escritor al llegar como enviado especial del periódico El Intransigente a esa especie de "larga medusa leonada y blanda tendida en el infinito de la niebla y del cielo que es Arabia". Era marzo de 1934 y Malraux comienza su aventura por el desierto del Yemen. Son apenas sesenta páginas, pero todas ellas prodigiosas. Especialmente tristes estos días, pero bellísimas. No se las pierdan.

Ay, si alguno de los nuevos editores que se multiplican como setas en otoño, hubiese seguido los consejos de los padres de David Garnett, que ahora el estupendo Mauricio Bach (Ariel) regala como opúsculos a cómplices y amigos: "Nunca intentes escribir, pero sobre todo no te dediques nunca a la edición o al comercio del libro". Y eso que era su padre crítico literario y lector editorial durante más de cuarenta años; su bisabuelo, conservador en la Biblioteca del Museo Británico y su abuelo, responsable del catálogo general de la Biblioteca del Museo. Naturalmente, Garnett no les hizo caso y acabó como librero: ¿adivinan qué consejo dió a sus hijos? Sí: "Nunca intentes escribir, no te dediques nunca a la edición o al comercio del libro. Y, sobre todo, nunca te hagas librero. Esto es lo peor de todo: el trabajo más duro y el peor pagado".

¿Cuesta mucho representar teatro en Madrid en plena canícula? Pues yo se lo digo: 9.000 euros a la semana, que es lo que ha pedido un empresario teatral a una compañía nueva por estrenar su obra y mantenerla durante el mes de agosto. A esa cantidad hay que sumar otra suma de nada menos que unos 24.000 euros para publicidad y que los madrileños se enteren. Si a eso se le añaden los sueldos de los artistas... Para que luego digan que el pescado es caro.

Me cuentan que la sequía española en las secciones oficiales de los grandes festivales (léase Cannes, Venecia, Berlín y cada vez más Toronto) puede terminar el próximo 26 de julio cuando el certamen italiano anuncie sus apuestas para su próxima edición. La buena noticia es que uno de nuestros cineastas más exquisitos, José Luis Guerín, podría participar con su primera película en seis años, En la ciudad de Sylvia, una historia de amour fou ambientada en Estrasburgo. Está visto que la ciudad italiana se porta bien con el cineasta catalán. Aún puede verse en la Bienal su pieza de videoarte La mujer fugaz.

Otra buena noticia: la Fundación Artium de Vitoria ha adquirido una fotografía de la artista madrileña Laura Torrado gracias a las aportaciones voluntarias de los miércoles. Ese día, el museo cobra un mínimo de un céntimo de euro a los visitantes (los estadounidenses lo hacen también en sus museos) aunque ya se ve que dejan algo más porque desde la puesta en marcha de la llamada tarifa "tú decides" han adquirido, además, piezas de Sergio Belinchón, Naia del Castillo o Dionisio González, todas ellas fotografías.

Las oficinas de la Compañía Nacional de Teatro Clásico cuentan con un guardia de seguridad. ¿Para qué necesita la formación dirigida por Eduardo Vasco un agente en los pisos que ocupa en el centro de Madrid? ¿Para protegerse de algún crítico airado? ¿O es que en la compañía temen que los espectadores de sus montajes sigan los consejos de Laila Ripoll, la directora del reciente estreno Del rey abajo, ninguno, y tiren al escenario pepinos si no les ha gustado la obra?