Opinión

Universidades de verano

Sala Segunda de lo universitario

12 julio, 2007 02:00

Han sido vistas las diligencias seguidas contra las Universidades de verano y ha sido probado y así se declara como:

HECHOS PROBADOS

1.- Que hasta hace poco los cursos de verano se destinaban a los estudiantes suspendidos, que preparaban así el examen de septiembre o, con carácter punitivo, a los alumnos díscolos, que pasaban el verano en un internado para escarmiento propio y ajeno. Sin embargo, desde hace unas décadas, han adquirido carta de naturaleza las llamadas "universidades de verano", hasta el extremo de que es impensable en la actualidad la institución educativa que no organice seminarios sobre los asuntos más peregrinos (desde la tauromaquia al piercing) durante los meses estivales.

2.-Que dichos cursos se han constituido en una bolsa de recompensas para colegas, amiguetes, paniaguados y cofrades en general, de suerte que la misma pandilla se invita unos a otros a distintos cursos, a pan y manteles y a cargo del presupuesto, con el único fin de obtener una paga extra de verano para intelectuales orgánicos y burócratas zascandiles.

3.-Que es tal la inflación, que este año padeceremos varios cientos de cursos ofrecidos por unas sesenta universidades. ítem más: que hay cursos desde Ceuta (seis cursos, entre ellos "Evaluación de materiales educativos a partir de los valores y los modelos de género que transmiten") hasta Vigo, "con actividades sobre el cambio climático, técnica pilates, diseño por ordenador y cata de vinos, entre otros", pasando por Concentaina, Alicante ("Métodos para encontrar empleo y sobresalir en una entrevista de trabajo", con "lengua vehicular: castellano") y águilas, Murcia ("Trabajadoras y trabajadores: iguales o igualad@s"). ítem plus: las más populares canciones del verano asistirán una vez más a la cita, con los inevitables Tres Tenores (Juan Goytisolo, José Saramago y Carlos Fuentes), el ubicuo juez Garzón ("Actualidad del terrorismo") o el inefable César Antonio Molina ("¿Por qué los políticos norteamericanos aprenden español?"). ítem plus: no pueden faltar los conciertos de ordenanza y demás actividades festivas: charla-recital, ballet, concurso de máscaras, talleres de guitarra y carreras de sacos. ítem más: que un 20% de los títulos de dichos cursos utiliza de forma enigmática el gerundio: "Asma bronquial. Controlando una enfermedad muy prevalerte".

4.-Que, en verano, la información cultural de los periódicos se nutre en su mayor parte de semejantes fraudulentos y deliberados "acontecimientos"

FUNDAMENTOS DE DERECHO

Los hechos probados son constitutivos de un delito de conspiración para alterar el normal desarrollo de la cultura universitaria. La universidad es una institución de educación superior en la que se imparte enseñanza, a menudo con gran esfuerzo por parte de alumnos y docentes. La cultura no es como la indumentaria: por mucho que haya ropa de invierno y de verano, la jurisprudencia no admite más que una misma cultura y un mismo nivel de exigencia durante todo el año. El concepto de "universidad de verano" no pasa de ser una grotesca desfiguración de los fines propios de la enseñanza universitaria, a partir del supuesto malicioso de que existe una versión veraniega de la cultura y la enseñanza, susceptible de ser adquirida sin esfuerzo e incluso de forma lúdica, como en un campamento de vacaciones o en crucero con animadoras. Semejante concepción, si bien redunda en beneficio de los ponentes detentadores de tales vacaciones pagadas; de los medios de prensa que llenan páginas; y de los propios estudiantes, que añaden créditos tras una breve estancia en un botellón mixto con tutela y promoción institucional, constituye una fraudulenta conspiración de proporciones colosales y con grave perjuicio para el contribuyente que lo sufraga, así como una patética burla que escarnece el buen crédito de la universidad (tan amenazado ya por tantos otros motivos).

ACUERDO
Que debo condenar y condeno a las universidades de verano, como autoras de un delito de conspiración para alterar el normal desarrollo de la cultura universitaria, a la pena de dedicar los próximos tres veranos a la tutela y enseñanza de repetidores de bachillerato; con la accesoria de no utilizar en ninguno de los títulos de sus cursos ni el gerundio, ni la palabra "perspectivas", ni la voz "para el siglo XXI".
Así lo pronuncio, mando y firmo

Contra esta resolución cabe interponer recurso de apelación en el plazo de siete días ante el juzgado digital de segunda estancia: www.elcultural.es