Image: Pozos sin fondo

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Opinión

Pozos sin fondo

La Papelera de Juan Palomo

11 octubre, 2007 02:00

Vicente Aleixandre, Pedro Almodóvar, Isabel Coixet y Vassili Grossman

Los confidentes sobre los desmanes de nuestro patrimonio siguen largando. El Prado y sus dos horas gratuitas. ¿Por qué el rumboso Ayuntamiento de Madrid no luchó por el legado de Aleixandre? Almodóvar y El Deseo siguen creciendo: ahora apuestan por la debutante Belén Macías. La escena arde: de Vida y destino de Grossman al musical del Barça.

Pasan las semanas, los mapamundis robados aparecen, pero los confidentes sobre los desmanes sufridos por nuestro patrimonio no descansan. De todo lo que ha caído en mi papelera, otra perla: "En el primer tercio del siglo XVII, el maestro Gonzalo Correas, prestigioso catedrático de la Universidad de Salamanca y autor de la mejor gramática de la época, el Arte de la lengua española castellana, compuso un extraordinario Vocabulario de refranes y frases proverbiales que la muerte del autor, en 1631, le impidió publicar. El manuscrito autógrafo permaneció sepultado entre los fondos de la biblioteca universitaria salmantina, donde aún figuraba en el siglo XVIII, cuando se hicieron varias copias. Luego desapareció misteriosamente, y cuando la Real Academia Española, consciente del valor de la obra, decidió publicarla en 1906, hubo de recurrir a una copia defectuosa y alterada. Así continuó todo hasta que, a comienzos de los años 60 del pasado siglo, el hispanista Robert Jammes pudo revisar varias pilas de manuscritos sin catalogar depositados en una sala de la Biblioteca Nacional de Madrid. Entre ellos apareció el manuscrito perdido, publicado pocos años después (1967), en una edición fidelísima, por el también hispanista francés Louis Combet. Los sucesivos responsables de la Biblioteca Nacional no sabían lo que había en ella. Y continúan sin saberlo.

Una de las grandes novelas de esta temporada: Vida y destino, de Vassili Grossman, ya tiene versión escénica. Su compatriota Lev Dodin, grande entre los directores de escena rusos, ha llevado a las tablas esta historia sobre la devastación de la Segunda Guerra Mundial, el nazismo y el estalinismo, el horror del gulag y la lucha por la vida. La adaptación le ha costado a Dodin tres años de trabajo con su compañía del teatro Maly y con los alumnos de la Academia de Teatro de San Petersburgo. ¡Qué tiempos! Un apéndice, ya que estamos a las puertas del madrileño Festival de Otoño: por la contratación de un espectáculo extranjero el Estado se lleva el 25 por ciento. Mucho ¿no les parece?

Buena idea la del Museo del Prado: dos horas gratuitas al día para los que prefieran las colas al estipendio, y el resto de las horas para los que preferimos el estipendio y la tranquilidad. Todos contentos, ¿verdad Zugaza?

Almodóvar sigue y sigue. Mientras da los últimos retoques al guión de su próxima y esperada película (en la que volverá a contar con su musa incombustible Penélope Cruz), su productora El Deseo continúa con su proceso de expansión, eso sí de forma discreta y hasta se diría silenciosa. Lo último es que acaba de firmar un acuerdo con Warner para producir las películas de la casa al unísono. De momento, el primer proyecto conjunto se llama El patio de mi cárcel y al frente está la debutante Belén Macías.Y acaba de anunciar el rodaje de cinco películas en Argentina. La primera se llama La mujer rubia y es el tercer trabajo de Lucrecia Martel (nada le gusta más a Pedro que producir a mujeres, vean si no su fructífera unión con Isabel Coixet).

El Barça es mes qu’un club. Sobre todo ahora que va a tener una réplica musical. Algunos productores creen que el ardor nacionalista puede llevarles al éxito y se les ha ocurrido un musical dedicado íntegramente al club barcelonés. Queda por definir el nombre de la obra y el guión, casi nada. Comienza la tormenta de ideas.

¿Cómo es posible que ni el rumboso Ayuntamiento de Madrid, ni los numerosos amigos de Vicente Aleixandre, ni el Ministerio del ramo, ni todo ese mundo de la cultura que tanto ha gritado contra la destrucción de la casa madrileña del poeta hayan conseguido que su legado se quedara en Velintonia? ¿No interesaban aquí los poemas, papeles y libros del Nobel? ¿No hubiera sido mejor crear la Fundación Aleixandre en su casa de siempre?

Theo Jansen, el artista que se autodefine como cinético y que se ha hecho más famoso por el anuncio televisivo de un coche que por sus exposiciones, existe. Como saben, Jansen es autor de esas esculturas gigantes, criaturas móviles que pasean por la playa como dóciles animales de otro tiempo. Pero antes del anuncio el holandés ya era artista, ganó un premio en Art Futura y mostró sus artificios en Londres, en plena Trafalgar Square. Hace unos días se pasó por Madrid para presentarse aprovechando el tirón de la campaña publicitaria.