Image: La resaca de lo mejor...

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Opinión

La resaca de lo mejor...

17 enero, 2008 01:00

Ian McEwan, Mario Gas, Doris Lessing y Robert Redford

Si creía que del 11-S lo sabía todo, aunque sólo sea por esas imágenes que forman ya parte de la historia personal de cada uno, o por los cientos de ensayos y novelas de los grandes autores contemporáneos (de Don DeLillo a McEwan) que han desmenuzado las causas y consecuencias de la masacre, está equivocado. Faltaba ver el otro lado del espejo, la historia de los musulmanes estadounidenses que en 2001 vivían en Nueva York, y que a partir del 12-S dejaron de ser amigos y vecinos para convertirse simplemente en sospechosos y enemigos. Esa otra historia es la que narra el joven paquistaní Mohsin Hamid (1971) en su novela El fundamentalista reticente, que publicará en España Tusquets la próxima primavera, y que ha sido seleccionada por el New York Times y por Publishers Weekley como uno de los libros de 2007, quizá porque el propio autor, que estudió en Princeton y en la Harvard School y ha sido asesor financiero en NY, sabe demasiado bien de lo que habla.

Menos mal que llega Escena Contemporánea y Casa de América se anima a programar algo de teatro. La que fue una de las sedes oficiales "más teatreras" de Madrid (¡qué tiempos los de Iñigo Ramírez de Haro!), apenas concede al teatro un rinconcito en su programación. ¡Y no será porque no hay autores en Latinoamérica! Por cierto, tras Mateo y Roberto, ¿llegará la Paz al festival madrileño? Hasta el martes no lo sabremos.

Otra moda que empieza a detectarse en los teatros es la del recital poético, barato, amistoso, fácil, cubre un hueco de la programación. El Lliure se sitúa a la cabeza de esta moda. La pasada temporada organizó una lectura sobre Koltès con Pou y Pere Arquillué, entre otros. Ahora estrena Blanco, de Octavio Paz, y que Frederic Amat ha dirigido con Mario Gas, Paco Ibáñez y Lluís Homar.

Nada de tres meses más en Barcelona: Manuel Borja Villel firma el contrato como director del Museo Reina Sofía esta semana y se incorpora de inmediato. El 30 de enero se presentará oficialmente ante el patronato y, como era de esperar, el 5 de febrero estará en la esperadísima inauguración de Picasso en el museo madrileño. Los comentarios desde los medios catalanes de que debía de permanecer en su despacho del MACBA hasta marzo eran, cuanto menos, bulos interesados.

Cuando creíamos haber superado ya la resaca de las listas de lo mejor del año (en estas páginas, por cierto, también perpetraron la suya y se olvidaron de poner en el cuadro de honor a mi amigo Benítez Reyes, que empataba en número de menciones con José María Merino y Jordi Soler), va el Times y lanza una nueva y más que discutible, la de los 50 escritores británicos más influyentes desde 1945. Y no tiene desperdicio: para empezar, consideran a Philip Larkin el número 1, por delante de George Orwell (2); William Golding (3); Ted Hughes (4) y Doris Lessing (5). Robert Graves y Graham Greene no aparecen, y sí, en cambio, Ian Fleming (14) y la inevitable J. K. Rowling (42).

Sigo en Londres, que me fascina. La ciudad anda buscando estos días nuevo inquilino para el fourth plinth, ya saben, el monolito de Trafalgar Square destinado a sustentar la obra de artistas contemporáneos. Pues bien, entre las propuestas recibidas por el Ayuntamiento ha llamado la atención especialmente la de Antony Gormley. ¿Quieren saberla? El gran Gormley quiere que el basamento quede vacío y que sea la gente la que, con sus visitas de una hora como máximo, lo llenen como si de estatuas vivientes se tratase. Yo en cambio me quedo con la propuesta de Anish Kapoor: que grandes espejos circulares reflejen la gama en grises (por lo general) del cielo londinense.

Comienza mañana el Festival de Sundance de Robert Redford, que empezó siendo el nido de los más alternativos y hoy convertido en acontecimiento mundial. En el Festival ya no saben qué hacer para no acabar muriendo de éxito, así que mientras Park City (la ciudad de Utah que lo acoge) se llena de estrellas de Hollywood, famosos de toda clase y ejecutivos voraces habrá sitio para el buen cine con una selección de películas de directores desconocidos como Ryan Fleck, Lance Hammer o Courtney Hunt que pueden convertirse en los nuevos genios del negocio.