Image: Centenario y más

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Opinión

Centenario y más

Juan PalomoContesta a Juan Palomo

13 marzo, 2008 01:00

Francisco Ayala, Carlos Ruiz Zafón, Carlos Fuentes y Fernando Lara

Tenía ocho años cuando comenzó la primera guerra mundial; a los 11 supo del estallido de la revolución rusa; a los 25, de la segunda república española, y si hubiese intentado combatir en la II guerra mundial le hubiesen destinado a la retaguardia, por viejo. Vio caer los viejos imperios coloniales, y conoció a Lorca, y... La cosa es que el escritor Francisco Ayala, testigo y protagonista de un siglo que ha conocido el cine, la bomba atómica o el viaje a la luna, cumple este domingo nada menos que 102 lúcidos (y lucidos) años. Y aunque casi no hay tarta en la que quepan tantas velas, vaya desde aquí ésta de papel.

Se ve que ya no hay Feria del Libro internacional inocente o sin polémicas. Si el año pasado les dimos a los alemanes la feria de Francfort por aquello de celebrar la cultura catalana sólo con los autores que escriben en catalán (olvidando a los Marsé, Mendoza o Ruiz Zafón), hoy mismo comienza el Salón del Libro de París. Y pintan bastos, porque en esta ocasión está dedicado a la literatura de Israel, y no hay país árabe que se precie, del Libano a Irán, pasando por Egipto o Yemen que no haya anunciado ni exigido el boicot inmediato, a pesar de que las estrellas del Salón van a ser precisamente autores conocidos por su postura a favor del diálogo con los palestinos como Amos Oz o David Grossman.

Y sigo de aniversarios. Hace medio siglo, en marzo de 1958, entraba en máquinas La región más transparente, de Carlos Fuentes, para muchos especialistas la mejor de sus novelas. (Hay quien llega más lejos y asegura que es la única realmente de mérito, pero no lo comparto). Total, que en México ya empiezan a celebrarlo, aunque en realidad el libro salió en abril, y no me cabe duda de que también por estos pagos se rendirá homenaje al diplomático escritor (y también actor y conversador excelente) que mejor escribe de los humillados y ofendidos sin mancharse jamás.

Nunca dejan de asombrarme los artistas ingleses, tan provocativos y rotundos ellos, siempre dando la nota. La última sorpresa me la da Tracy Emin pero esta vez, lejos de llamar la atención con sus controvertidas obras (recuerden su desordenada cama de los premios Turner), lo hace por una buena causa: ha pagado 4 millones de libras por hacerse con un histórico barrio al este de Londres con gran tradición plástica. La artista quiere convertirlo en un gran taller para los artistas. ¡No le van nada mal las finanzas a la niña mala del arte británico!

Podría parecer que estamos en noviembre, pero no. O se han adelantado mucho o vienen con retraso tres tenorios a la cartelera madrileña, a cual más interesante. El del Teatro Albéniz de Madrid de L’m Imprebís, el del Español de Hermann Bonnin y el de La Abadía de Dan Jemmet. Un trío en el que puede verse sobre el escenario desde el texto fundacional de Tirso de Molina hasta el de Palau i Fabre, pasando, cómo no, por el de José Zorrilla. Para quien se pregunte qué tendrá este mito que vea los tres y encontrará la respuesta.

Lo de los datos de cine del Ministerio de Cultura es para echarse a llorar. Desde luego, Fernando Lara, director del Instituto de Cinematografía se ha cubierto de gloria. Primero fue que El orfanato no era la película más taquillera del año y tuvo que llegar Nielsen Edi para enmedarle la plana. Después, esos 15 millones, se dice pronto, de espectadores fantasmas que de repente aparecieron en el cómputo final y que dejaron sin valor muchos, muchísimos, artículos escritos respecto a la Ley del Cine. Y dentro de nada, verán, llega la tercera.

Por fin he logrado entrar en CaixaForum Madrid! Después de dos fines de semana de reiterados intentos de ver las salas medianamente vacías lo he conseguido. Y es que entre el jardín vertical (maravilloso), las fuentes, los conciertos para familias y la rehabilitación (estupenda) de Herzog & De Meuron, a nadie extraña. Claro que luego no es preciso poner demasiado interés en lo que allí se expone: pese a algunas estupendas piezas, que las hay, resulta insulsa la vista por las salas. Qué lejos ha quedado el espíritu de la Colección Testimoni, qué poca atención la prestada al contenido... Ahorrar en arte parece ser la nueva consigna de la entidad. ¡Y que viva el espectáculo!, que luego vienen las cifras de los visitantes y el balance no cuadra. Porque también los museos y centros de arte, sí, programan al ritmo de las dichosas audiencias. l

La animación sigue dando buenas noticias. Mientras Donkey Xote se ha vendido ya a casi 30 países, la productora vasca Baleuko ha llegado a un acuerdo de distribución en Estados Unidos de su nueva producción, Black to the Moon, en términos muy ventajosos con FarCore Studios. Mientras se espera para la primavera de 2009 Planet 51, una producción española de más de 40 millones de euros que cuenta con el aval de New Line, una de las compañías estadounidenses con más peso en la industria. Y para terminar con la animación, me cuentan mis espías que el estreno de mañana, Horton, podría marcar un hito.

Mi garganta profunda en Alfaguara me asegura que los últimos despidos de las editoras de Infantil e Internacional podrían intentar disfrazar el presunto fracaso de la Colección Hispánicas, la joya de la corona editorial, convertida en un agujero negro de dinero del que sólo se salvan Javier Marías y Arturo Pérez-Reverte. Y que, por ejemplo, la vilipendiada Valerie Miles logró duplicar el presupuesto de su departamento tanto en términos de ventas como en términos de valor. Más aún, que no debía de ser tan incompetente como la pintan cuando van a explotar la programación que dejó cerrada para la próxima temporada.