Image: Visto para sentencia

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Opinión

Visto para sentencia

Juan Palomo

3 abril, 2008 02:00

Almudena Grandes, Rafael Reig, Zoe Valdés y Al Gore.

Considerando que el Festival Hay, que se celebra desde 1988 en Gales y desde 2006 en Cartagena de Indias, es calificado por gentes como el ex presidente Clinton como "el Woodstock de la mente", por la cantidad y calidad de las primeras figuras de la cultura que ha reunido estos veinte años... Considerando además que, también desde 2006, se celebra en Segovia el Festival y, a partir de hoy mismo, en Granada, ¿puede alguien explicar quién es el responsable de la elección de los participantes de los Hay hispanos? ¿Tan pobre es nuestro panorama cultural? No es por señalar, pero el 27 de septiembre de 2007 inauguró el II Hay de Segovia Almudena Grandes, que habló con Iñaki Gabilondo sobre El corazón helado. La escritora repite mañana, aunque con Paul Preston. Más: en Segovia , Juan Cruz conversó con Julio Llamazares, y en Granada, participa en el homenaje a Francisco Ayala que abre el Festival y conversa el sábado con Jon Lee Anderson. Ese mismo día Luis García Montero participa en una charla con Sabina, y el domingo en un recital de poesía donde los otros poetas españoles invitados son Fernando Valverde, Daniel Rodríguez (directores del Festival Internacional de Poesía de Granada) y Luis Antonio de Villena... Que García Montero sea hermano del concejal de Cultura de Granada es sólo azar... ¿Seguimos?

Me cuentan que el implacable Rafael Reig publica este abril Visto para sentencia (Caballo de Troya), en el que reúne las sentencias que dictó (con gran éxito, por cierto) en estas páginas así como veinte post, muy crueles, extraídos de su blog, sobre sus víctimas favoritas (Pérez-Reverte, Millás, etc). El prólogo sobre la crítica en España tampoco tiene desperdicio pero lo mejor está por venir, ya que Reig está rematando una novela que le encargaron unos árabes, que se lo llevaron un mes al desierto para que se documentara y cocinase una intriga a vueltas con el espionaje internacional. Cómo sería, que el propio Reig reconoce que la prehistoria del libro supera en intriga a la novela.

Parece que la preocupación por la crisis medioambiental de nuestro planeta empieza a ser algo más que una moda. Vean si no el éxito en taquilla de Tierra (de Alastair Fothergill y Mark Linfield) con casi dos millones de euros de recaudación y 350 mil espectadores. Un éxito que se ve ahora confirmado con la edición en DVD y que hay que atribuírselo a Wanda y Cameo. En una semana, más de 15.000 copias vendidas. No es que le haga la competencia a Al Gore pero la belleza de sus imágenes conciencian más del problema que todos los gráficos del ex vicepresidente estadounidense. Por contra, me dicen que Vértigo, la distribuidora que ha traído a España en los últimos años películas como Amélie, In this World, Ciudad de Dios o La escafandra y la mariposa está atravesando una situación financiera muy muy delicada.

Megaproducción teatral al estilo del Madrid de Samuel Bronston o del Mérida de Tamayo. Casi un centenar de actores va a tener a sus órdenes Pérez de la Fuente para montar los Episodios Nacionales de Galdós. No, no se asusten, no serán todos, sólo algunos elegidos y en los que ya trabaja Jerónimo López Mozo para su adaptación teatral.

Abril comienza literariamente calentito y vengador. La cubana Zoé Valdés se embarca en La ficción Fidel (Planeta) para desenmascarar a Castro como "el más grande especialista de marketing que ha dado la historia contemporánea". Nada que ver con Piratas del Caribe. El eje de la esperanza, de Tariq Ali (Foca), a mayor gloria de Castro, Hugo Chaves y Evo Morales, que casi alcanza la hagiografía desmedida de Ramonet sobre el dictador cubano. Un ejemplo: "¿saben por qué no se retiró Fidel como hizo Nelson Mandela? [...] porque, como Bolívar, él piensa en continentes, no en saldos bancarios?" ¡Qué miedo de demagogia! ¿no?

Francis Ford Coppola no sólo rodará su próxima película, Tetro, en los estudios de la Ciudad de la Luz de Alicante a mediados de mayo. La película también tendrá producción española ya que Tornasol, comandada por José Antonio Félez, compartirá con la italiana BIM Distribuizone esta tarea. Coppola define su trabajo como "una película pequeña, independiente y personal". Cuesta unos 12 millones de euros. Con ese presupuesto, en España recibiría el nombre de superproducción.