Image: ¿Todos invitados?

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Opinión

¿Todos invitados?

Por Juan Palomo

1 mayo, 2008 02:00

Mario Vargas Llosa, J. M. Coetzee, Doris Lessing y Karra Elejalde

Pues yo creo que sí, que hay que decirlo. Fue Karra Elejalde el actor que prefirió no trabajar con Manuel Gutiérrez Aragón en su película Todos estamos invitados. No podía hacerlo, pretestó, "porque yo vivo aquí, ¿sabes?". No fue el único. También prefirieron no hacerlo "para no tener problemas"los pasacalles de San Sebastián y otros tipos más o menos anónimos, pero cobardes. La realidad no tendrá arreglo hasta que desaparezca de la mente de todos "lo bien que se vive aqui si no te buscas problemas". Y trabajar en Todos estamos invitados era buscárselos.

Vargas Llosa anda ya enredado en una nueva novela, cuyo protagonista será un personaje real, Roger Casement, irlandés cuando Irlanda formaba parte del Imperio británico, y "diplomático en el Congo, cuando este país era una propiedad privada del rey de los belgas". Según explica el propio Vargas Llosa, Casement, "un personaje fascinante", se convirtió en una especie de Martin Luther King en defensa de los nativos africanos, ya que "preparó a lo largo de varios años un dossier contra el rey belga Leopoldo II, denunciando y describiendo los horrores, los crímenes que se cometían contra los nativos. Y consiguió que la presión internacional obligara a Leopoldo II a entregar el Congo al gobierno belga". Acusado de alta traición durante la I Guerra Mundial por sus relaciones con el IRA, fue juzgado y ahorcado. Una historia rocambolesca que promete, aunque, como el novelista aún está en la fase de documentación, habrá que esperar cinco años para leer el libro.

Me dejé caer por el sarao de los nocilleros el Día del Libro en La Casa Encendida de Madrid. Los de Alfaguara presentaban Nocilla Experience, de Agustín Fernández Mallo. El gallego, un tipo simpático y muy tímido, toreó a los locutores de Radio Nacional que le entrevistaban a base de lógica, tranquilidad y sentido del humor. Y además de Literatura sonó buena música -tocaban La Costa Brava y Sr. Chinarro- y rodó mucha cerveza. Si el Día del Libro debe ser una "fiesta", como repiten sin cesar políticos y presentadores de telediario, aquello fue lo más parecido...

Y entre tanta fanfarria y cosa buena, uno encuentra ese día joyitas dignas de todos los dias del año. Una de ellas es la que ha lanzado la silenciosa Alpha Decay: una cajita con cinco libritos con cinco discursos de cinco premios Nobel. No hay cinco malo, efectivamente, y ahí están Pablo Neruda, García Márquez, Faulkner, Doris Lessing y Coetzee para corroborarlo con sus cinco discursos oídos en cinco diciembres frios de Estocolmo. Pequeñas cosas de los más grandes es el nuevo proyecto de la editorial.

Hablando de Neruda y de pequeños y grandes asuntos, parece que es muy sustancioso el que enfrenta a la familia del poeta con su Fundación. Verán, el sobrino de Neruda reclama casi seis millones de dólares al Hotel Neruda por uso indebido del nombre, pero la cadena propietaria del establecimiento, dueña también de los hoteles Neruda Express, Apart Hotel Neruda y Neruda mar, asegura contar con un permiso de la Fundación Neruda, que es quien al parecer tiene derechos para dar esa autorización. Y la familia, claro, está que trina.

Una sala alternativa menos en Madrid. Mal síntoma. El autor y director Pepe Ortega acaba de cerrar la sala ítaca después de más de un lustro exhibiendo espectáculos, algunos tan buenos como los entremeses cervantinos que dirigió. En una carta se despidió con tristeza: "Hemos tratado de ser una puerta abierta a una cultura independiente, viva, crítica y renovadora ...Hemos logrado una alta y mantenida valoración de la crítica y una creciente presencia de público, pero esto no ha sido suficiente para superar los crónicos problemas económicos que hemos padecido, que se han vuelto insalvables, y que, junto con el agotamiento moral, justifican esta drástica decisión.". Lo sentimos, y mucho.

La otra cara me llega de Inglaterra, donde han organizado "el crucero de las estrellas", una especie de Vacaciones en el mar con actores famosos. Se llama The Treatre Guild of America, es un crucero que va desde Venecia a Montecarlo previsto para septiembre y ofrece espectáculos protagonizados por estrellas que viajan también en el barco. Entre los actores invitados figuran Lynn Redgrave, Susannah York y Gena Rowlands.