Image: Solito en la vida

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Opinión

Solito en la vida

Por Arcadi Espada

30 octubre, 2008 01:00

Arcadi Espada.


Cada tres o cuatro meses me inyecto un simenon. Maigret, fundamentalmente; pero también algunas de sus grandes novelas sin el detective visible. Hace años la editorial Tusquets, presa de una adicción que conozco muy bien, decidió traducir sus obras a un ritmo que parecía superior al de la escritura del gigantesco belga. Vivo de ellas: las traducciones, de Javier Albiñana o de Joaquim Jordà, suelen ser precisas y perfectamente aromáticas. Guardo la colección en casa de mi madre y cada vez que quiero uno voy expresamente a buscarlo. Si los tuviera donde vivo sería un hombre destruido, que llevaría ya mucho tiempo sin un maldito simenon por descubrir. Los primeros síntomas de la necesidad suelen coincidir con los días de cielo bajo: llueve en sus novelas, y yo, después de un par de días de voluptuosa resistencia, salgo al fin en busca de la fina lluvia de su prosa, que cala hasta los huesos. Acabo el libro con el hambre con que el doctor Marañón aconsejaba levantarse de la mesa. He aprendido a controlarme. De inmediato empiezan largas semanas de lecturas importantes, duras, decisivas. Pero que yo sé bien que son una penitencia.