Opinión

A la Orden

11 diciembre, 2009 01:00

Por Juan Palomo
Participe en el blog de Juan Palomo

¿Quién maneja los hilos de Cineastas contra la Orden? Estaba claro que no podía ser Javier Rebollo, portavoz accidental. Pues bien, mi fuente mejor informada me sopla que detrás de la carta a Bruselas que le ha aguado la fiesta a Guardans y que amenaza con paralizar el cine español está nada menos que Fernando Lara, ex director del Festival de Valladolid y antiguo ocupante del mismo sillón que ahora calienta el catalán al frente del ICAA. Lara podría estar vengándose de lo que consideró una injusta valoración de su trabajo. ¡Qué curioso! A éste se le criticó su demora en aplicar la Ley del Cine y a su sucesor, su prisa imprudente.

No seré yo quien discuta la justicia del premio Nacional de las Letras a Sánchez Ferlosio, pero dado que consiguió el Cervantes hace apenas un lustro, me pregunto si no tendrán razón quienes, como Fernando Valls, apuntan que otros autores mayores de 75 años bien merecen que se premie también al conjunto de su obra, de Francisco Nieva a Ramiro Pinilla pasando por José Luis Sampedro, Juan Eduardo Zúñiga, Luciano G. Egido, Pablo García Baena o Carlos Edmundo de Ory, que no han olido un premio, los pobres.

Descubro en el blog del peruano Ivan Thays que Jonathan Littell ha recibido el premio más temido por todos los escritores en lengua inglesa, el que concede The Literary Review a la peor escena de sexo descrita en un libro publicado durante el año. La escena en cuestión aparece en The Kindly Ones, versión inglesa de Las benévolas, uno de los libros más vendidos en toda Europa los últimos años, y el párrafo premiado empieza así: "This sex was watching at me, spying on me, like a Gorgon's head" ["Este sexo me estaba mirando, me espiaba, como una cabeza de Górgona"]. Este Thays siempre me sorprende.

Cine y arte van de la mano tantas veces... y no me refiero ahora a la cantidad de artistas que se mueven en el mundo del videoarte, que son legión, sino a aquellos que dentro del mundo del cine se pasan furtivamente al arte, concretamente a la pintura. Después de que el actor Jordi Mollà nos enseñara hace unos años sus Retratos de familias, llega ahora el director Fernando Colomo con sus escenas, intimistas algunas, cotidianas todas, pero esta vez sobre lienzo. Con la que está cayendo en el cine, no me extraña que quiera cambiar de tercio... Por cierto, es la galería Kreisler de Madrid la que expone esta Navidad sus pinturas.

Vi a Dudamel como quien ve una luz ahuecada entre los nubarrones de una temporada navideña que se repite como el ajo. Abrió en Madrid con una Margariteña en la que exigió a sus violinistas que rebañaran hasta el último milímetro del arco para llenar una sala ya de por sí a rebosar. Les recomiendo que vean a este portento, y que lo hagan desde la zona de paraíso. Para no acusar el contraste.

Parece que a Vicente Luis Mora, director del Instituto Cervantes de Alburquerque y uno de los ideólogos de la generación Nocilla (o mutante, o afterpop) le abruma de tal modo el éxito que ha decidido distanciarse ahora que "son reclamados por las grandes editoriales, cuando comienzan a aflorar los lectores y el interés extranjero por sus propuestas". ¿Le habrá influido el concienzudo ensayo que desde Estados Unidos se está preparando sobre las propuestas nocilleras? Sea como sea, Mora abandona y apuesta por volver a lo suyo, a sus "Singularidades" y su libertad.