Opinión

Vinieron

Portulanos

16 julio, 2010 02:00


"Primero vinieron por los comunistas, y callé porque yo no era comunista". El célebre poema que empieza con este verso fue escrito por un pastor luterano llamado Martin Niemöller. Para él esas palabras no constituían una cita pedante, sino una trágica realidad. Como muchos alemanes de su época recibió a Hitler jubilosamente. Era conservador, ex militar, hombre de iglesia: los problemas del nazismo no iban con él. Para cuando quiso darse cuenta, la Gestapo le había enviado a Dachau. Niemöller fue afortunado: sobrevivió y pudo contar su experiencia. No sirvió de nada porque la idiocia del ser humano es infinita.

Pienso en esto al leer el comunicado difundido por las asociaciones de artes escénicas y musicales. El teatro español padece, desde hace años, un sistema nefasto en todos sus ámbitos: la producción, la distribución, la financiación, el guruísmo artístico, el servilismo político, pero nadie ha protestado porque eran tiempos de vacas gordas y siempre había de dónde sacar, a condición, claro, de no salirse de las normas. Ahora "Las Asociaciones de las Artes escénicas y de la música (…) manifiestan su preocupación ante la perspectiva de disminución de los recursos destinados a la cultura" porque "la cultura es un bien público, un derecho constitucional y no un privilegio". Que me disculpen mis colegas, pero no están hablando de cultura sino del terror a perder el dinero que les toca y que ingenuamente daban por seguro. Ellos, los eternos perseguidores, han venido por fin, y la gente de la cultura cae de pronto en que no queda nadie para defenderles. Lo peor es que ni siquiera hará falta llevarnos hasta el campo de concentración porque el mundo entero es ya Dachau.