Image: No estás, no eres

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Opinión

No estás, no eres

Por Fernando AramburuLea la crítica de Juego de cartas, de Max Aub

12 noviembre, 2010 01:00

Fernando Aramburu


La vida de Max Aub, como la de Torres Villarroel, fue rica en avatares. Convendría, para hacer justicia a sus méritos, afirmar que lo fue en persecuciones y derrotas. Otros, con o sin ganas, son españoles; él eligió serlo y apenas le dejaron. Socialista, judío, intelectual, representó la vera efigies del demonio para Franco, que, además de robarle la biblioteca, le impidió asistir al entierro de su padre, luego al de su madre. Todavía, después de muerto, Umbral lo insulta, imitando a Franco en negarle su condición española. En 1928 Aub ya está en el PSOE, partido que hoy prefiere fomentar el recuerdo histórico mediante exhumaciones. Su nombre raramente sonaba en las aulas universitarias de mi tiempo, no digamos en las del colegio. Parece que quien se marcha de España, por las razones que sean, ya no existe o existe menos, poco, de vez en cuando.