Edgar Morin, Maria Callas, Helena Pimenta y Eva Mendes
Por La hija rebelde, un espectáculo que dirigió Helena Pimenta y que se vio en Madrid hace tres años, fueron procesados en Portugal la semana pasada los entonces directores del Teatro Nacional Dona Maria II (Castanheira y Fragateira) y la dramaturga Margarida F. Santos. La obra relata la historia de la hija del director de la policía política de Salazar, Annie Silva Pais, que abandonó su cómoda vida de mujer de un diplomático suizo para lanzarse al vértigo de la revolución castrista y colaborar hasta el final de sus días como eficaz propagandista de las dictaduras comunistas. La familia de Silva Pais ya intentó paralizar la producción y ahora exige la condena de los procesados y una indemnización por haber difamado al padre de Annie Silva Pais.
Las comparaciones son odiosas, sí, y si las establecemos entre los resultados definitivos del cine francés y los del cine español en el último año, también nos deberían producir cierto sonrojo. Según los datos oficiales del CNC (el ICAA francés), en 2010 el cine vecino ha superado por segundo año consecutivo los 200 millones de entradas, se estrenaron 270 largometrajes franceses, que obtuvieron una cuota local del 35,5% (frente al 14% del cine español en España), y la inversión en producción creció un 31% hasta alcanzar casi los 1.500 millones de euros. Quizá la clave está en que cada francés va al cine una media de 5,3 veces al año, mientras que en España la media apenas llega a una vista anual a las salas.
La actriz Eva Mendes encarnará a Maria Callas en una nueva película (una más) sobre la mítica soprano. Julian Fellowes (autor de Gosford Park) ultima un guión centrado en la tormentosa historia de amor entre la cantante y el magnate griego Aristóteles Onassis. Mendes no deberá cantar en el filme, que aún no tiene director, aunque sí título: Greek Fire.