Arcadi Espada



El libro de Manuel Jabois: Irse a Madrid. Jabois tiene el premio Julio Camba, un poco pronto para mi gusto, teniendo en cuenta que tiene la edad de Cristo y alguna gente de 54 están (aún) sin él. Aunque está bien que un Camba premie la precocidad: no conozco a nadie que haya escrito a los 22 algo comparable a El destierro. Las crónicas de Jabois tienen mérito, y el principal rehuir el amaneramiento que da el saberse un joven escritor. Tiene además bien medido el tono de estupefacción que da el paulatino descubrimiento del mundo. Quiero decir que no canta como una calandria. En las crónicas hay, además, algo nuevo e importante: la influencia del blog. De todos los artilugios de internet el blog es el único que está dejando una cierta huella en la escritura periodística. Incluso alarmante: lo mejor de la opinión española está fuera de los periódicos. Lástima que los Abreu, Montano, Gascones, Peirano, Santos, Caballero, Navajas, De Paco, García Jaén, Pérez, Bernal, Valdeón, Camposs, por citar básicamente a mis parientes, no puedan dedicarse a los hechos, que son caros. Hasta el blog la escritura periodística debía cuadrarse al discurso del periódico; ética, y sobre todo, estéticamente. Pero el blog ha traído una libertad emocionante que también ha contagiado algunas columnas convencionales de periódico y las ha tiznado de un higiénico narcisismo: allí donde la irresponsabilidad y rancia modestia decía "este periódico ha podido saber" se dice ahora "este hombre ha podido saber". Poco, ciertamente. Pero manifiesto.