Gerald Brenan, Carmen Posadas, Ernesto Alterio y Agustí Charles



Bajan turbulentas las aguas de la cultura andaluza. ¿Sabían que tras ocho años de retrasos y más de un millón de euros derrochados, la Casa-Museo de Gerald Brenan en Churriana (Málaga), concebida también como museo de los escritores que descubrieron Andalucía en el siglo XIX, sigue siendo una quimera? ¿Que por no haber, no tiene ni muebles ni proyecto cultural o social definido, y que su interior ha sido demolido totalmente, según denuncia elobservador.com? ¿Servirá de algo que esta misma semana el ayuntamiento malacitano haya vuelto a reconsiderar la situación, o seguirá perdido en este laberinto tan burocrático como español?



Seguro que los últimos episodios políticos en el País Vasco son todo menos divertidos, pero los organizadores del Festival de la Risa de Bilbao ya tienen lista la segunda edición. Se celebrará a finales de septiembre, con protagonistas de libro como David Lodge, Albert Boadella, Ramiro Pinilla, Fernando Aramburu, Carmen Posadas, Frédéric Beigbeder, Francisco Ibáñez, Gallego & Rey, Mauro Entrialgo, Ignacio del Moral, José Luis Alonso de Santos, David Torres y un largo etcétera de primeros espadas que debatirán sobre el humor surrealista, el totalitarismo, el humor en el teatro, entre exposiciones, firmas, coloquios y entrevistas.



El gran Eduardo de Filippo ha encontrado acomodo permanente en los escenarios españoles. El escenógrafo y productor Andrea D'Odorico ha comenzado los ensayos de Yo, el heredero, la obra que abrirá el Centro Dramático Nacional la próxima temporada con un director napolitano como lo era De Filippo, Francesco Saponaro, y un elenco de doce actores capitaneado por Ernesto Alterio y Concha Cuetos. Lo asombroso es que D'Odorico se arriesgue en solitario a producir esta obra más propia de un teatro público que de una empresa privada y todavía más en los tiempos que corren.



El exitoso estreno del Lord Byron de Agustí Charles en el Liceo ha coincidido con la venta del Stradivarius Lady Anne Blunt que fue propiedad de la nieta de Byron. Un millonario anónimo ha pagado por él 15,9 millones de dólares en una subasta de la firma Tarisio celebrada a beneficio de las víctimas del terremoto de Japón, convirtiéndose en el violín más caro de la historia... y en el más filantrópico.



¿Recuerdan aquel enigmático club de Mulholland Drive, donde los artistas cantaban en playback? El Club Silencio es un lugar mítico en la filmografía de David Lynch, que ha decidido trasladarlo de la pantalla a la realidad. El director americano ha adquirido un local en París (rue Montmartre) y lo está diseñando como una réplica del Club Silencio, que es como se llamará. Contará con una zona de conciertos, un restaurante, una biblioteca y un cine. Lo más lynchiano: lo inaugura en el décimo aniversario del 11 de septiembre...