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Opinión

Solito en la vida

Por Arcadi EspadaVer todos los artículos de 'Solito en la vida'

2 septiembre, 2011 02:00

Arcadi Espada


Entre las lágrimas del tiempo, la rentrée. La rentrée era hija de las vacaciones de tres meses, cuando sólo tres tenían vacaciones. Era puramente francesa. Yo viví algunas ediciones muy emocionantes en el París de septiembre, con las primeras lluvias y los últimos onglets. La rentrée era un interruptor. Hoy el tiempo es una electricidad sin interruptores. La rentrée era la despedida del calor y la llegada del frío. Hoy vivimos siempre a 24°. La rentrée era un telón. Una manufactura empaquetada, secreta. Un ohhh. Un ahhh. Un deslumbramiento. Hoy todo es proceso. Del libro que se empieza a vender ya se conocen sus ideas fundamentales. De la película que va a estrenarse ya se han visto mil tráilers y cien making of; y lo más llamativo: uno ya ha elegido el final que le conviene. La pantalla del iPhone 5 ya ha sido filtrada desde una planta de producción china, por dinero o por venganza. Y en cuanto al curso parlamentario... En fin: a lo que han hecho este agosto aún le llaman "interrumpir las vacaciones" porque los políticos son los últimos en dar crédito a lo que sucede. La rentrée. ¡Cuánto la añoro! Era una ilusión de renovación. Un propósito de enmienda. Una letra firme y clara en el cuaderno virgen. La corrección del problema nuclear, que es el no saber a ciencia cierta cuándo empezamos en el mundo. A cambio se ha instalado la vida non stop. Ilusión aún más terrible y demoledora, como se verá.