Ai Weiwei, Lorenzo Silva, Isabel Coixet y T. E. Lawrence



Un año más, la revista ArtReview ha lanzado su esperada lista de los 100 más poderosos del arte. Ai Weiwei, que la lideraba el año pasado, aparece ahora en el número 3, por detrás de Larry Gagossian, el dealer por excelencia, el siempre superestrella. El primer puesto lo ocupa Carolyn Christov-Bakargiev, directora de dOCUMENTA (13), uno de las citas artísticas más prestigiadas del mundo. Ligada al equipo de este evento de Kassel aparece en el puesto 45 el único nombre español, Chus Martínez, que empieza una nueva etapa profesional en Nueva York como conservadora jefe del Museo del Barrio.



De vez en cuando, salen a la palestra libros con mucho fondo de armario y mucha clave solo para iniciados. El último que ha llegado a mis manos es una novela titulada Todo empezó con Obdulio. La firma Bosco Esteruelas, periodista, corresponsal en Asia de El País hasta que escribió un cuento que le costó el puesto. Esta novela es hija de ese cuento y es mucho más. La sátira y el ajuste de cuentas no ocultan la crítica feroz a los medios de comunicación, sus servidumbres y su relación con el poder. Los excesos comenzaron entonces, con Obdulio, y se están pagando ahora, y de qué manera.



Pocos autores logran, como Lorenzo Silva, un reconocimiento general y cómplice casi sin fisuras. Lo mismo gana el premio Planeta (atención al libro) sin que apenas se mencione el absurdo del jurado al valorar un libro presentado bajo seudónimo con personajes tan conocidos como la pareja de guardias civiles Bevilacqua y Chamorro, que dirige Getafe Negro, y pone en marcha el mes que viene una nueva editorial, Playa de Ákaba, que arranca con un inédito en español de T. E. Lawrence, del que el novelista es también traductor. Se tratará de una editorial de libros tan breves como importantes, mimosamente editados, en los que no faltará la mejor poesía ni joyas olvidadas. Entre Viladecans y Getafe, este Silva no para. ¡Qué gusto!



El romanticismo entre febril y exasperado de Isabel Coixet está de nuevo en el horizonte. Tras su aventura documental con el juez Garzón, que pasó sin pena ni gloria, está rematando ahora el rodaje de Ayer no termina nunca, donde ha reunido a dos grandes como Javier Cámara y Candela Peña en un romance que transcurre en el año 2017.