Javier Marías



Consecuente, pues sí. Que a su padre, Julián Marías, le tenían que haber concedido el Nacional de ensayo por quince o veinte de sus libros, no tengo duda. Que gozó inmensamente con la puesta en escena, la rueda de prensa y demás, también. ¿Lo del gobierno franquista? Pues no. Javier Marías sabe ya que cuando uno de los miembros del jurado comentó en la reunión que seguramente el autor de Los enamoramientos no aceptaría un premio institucional, fueron las dos representantes del Ministerio las que invalidaron la idea. Es decir, querían dárselo. Visto lo visto, lo siento por Ignacio Martínez de Pisón, cuya novela, El día de mañana, (para mí, mejor narración) compitió hasta la última votación con la premiada.



Hay quien sospecha que no hay una sola Joyce Carol Oates, porque es imposible que una sola autora, por muy candidata al Nobel que sea, pueda publicar cada año varias novelas de más de 500 páginas impunemente. Si en España acaba de aparecer Hermana mía, mi amor, en Estados Unidos se han editado ya otras tres más, y se anuncian dos para 2013,además de tres nuevos libros de relatos, obras de teatro y un libro infantil. ¿Más? Sí: la escritora ha sido capaz de publicar el relato autobiográfico A Widow's Story (Memorias de una viuda).... trece meses después de haberse vuelto a casar. Qué fiera.



El novelista James Ellroy está de suerte... y sigue de moda. Dos de sus novelas están siendo adaptadas a la gran pantalla. Por un lado, el prestigioso director italiano Luca Guadagdigno (Yo soy el amor) estará al frente de la adaptación de El gran desierto, en una coproducción norteamericana. Y además, la novela Sangre vagabunda ha sido adquirida por la productora VS Entertainment para su salto al cine. Esperemos que alcancen los niveles cinematográficas de otras obras del novelista, como L.A. Confidential (Curtis Hanson) o La dalia negra (Brian de Palma).



La revista Paris-Match ha lanzado una campaña de apoyo a la liberación de Rodolfo Cázares Solís, el director de orquesta franco-mexicano que fue secuestrado en 2011 por un cartel. En la publicación, su esposa Barbier Cázares Ludivine denuncia la pasividad de las autoridades y asegura que "el silencio también puede matar".