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Volver a Comala
Por J.J. Armas Marcelo Ver todos los artículos de 'Al pie del cañon'
25 enero, 2013 01:00J.J. Armas Marcelo
De modo que volví a Comala la semana pasada a encontrarme una vez más pedro-páramos, a hablar con el texto literario de Rulfo y a acercarme inútilmente a esa imponente mitología que Rulfo describe y descubre con su escritura. Se cuenta, y no es exactamente una leyenda urbana, que estando García Márquez en dificultades de escritura, en un momento de la redacción de una de sus importantes piezas literarias, entró por la puerta de su casa una noche su amigo Álvaro Mutis y le regaló un libro. "Tenga", le dijo, "para que aprenda a escribir". Era un ejemplar de Pedro Páramo. Se cuenta, y yo estaba allí, en casa de Paco Ignacio Taibo I, en México D F, que alguien dijo un día delante de García Márquez que Rulfo no sabía literatura. "Pero sabe hacerla mejor que todos nosotros", contestó cortante García Márquez.
Otro día, durante un cóctel en la embajada española en México, un grupo de escritores españoles saludaba al embajador. Nuestro embajador, un nombre afable y educado, trataba de ser cercano y resultaba lejano. "Leo tus últimas cosas", le dijo a Caballero Bonald. "Me han gustado mucho tus poemas", le dijo a Vaz de Soto. "Los tuyos también me gustaron", me dijo a mí. Y a Carlos Barral lo siguió relacionando con Seix Barral como si fuera todavía director de aquella editorial que él fundara muchos años atrás. A la mitad de la recepción, se me acercó un joven muy correcto, implacablemente vestido y se presentó sorprendentemente. "Hola, soy Pedro Páramo", me dijo. Comprendan mi estupor y mi recurso literario. "Y yo el Coronel Aureliano Buendía", le contesté con una carcajada. Lo bueno es que realmente se llamaba Pedro Páramo, era corresponsal de Cambio16 en México en aquel momento y terminó siendo muy amigo mío (lo es hasta hoy). Cuento la anécdota entusiasmado todavía por mi última lectura de Pedro Páramo y toda la mitología queva arrimándose a un texto literario tan mágico como mítico, tan lleno de leyenda como pleno de mística poética. Comala es México y es el mundo. Un texto literario que escribieron los dioses por mano de Juan Rulfo, uno de sus elegidos.