Herta Müller, Paco Ignacio Taibo II, Gustavo Dudamel e Imanol Arias



Aunque cada vez está menos claro que Hacienda seamos todos, me cuentan que el Ministerio de Montoro está investigando la Semana Negra de Gijón y el destino de las generosas subvenciones recibidas por Paco Ignacio Taibo II del ayuntamiento socialista entre 2008-2011, que son los últimos en los que todavía hay responsabilidad fiscal, a pesar de que la sombra de la duda se extienda a los 25 años de existencia del festival. Un ejemplo: sólo en 2011, cuando ya gobernaba el PP pero el presupuesto había sido aprobado por el consistorio anterior, el festival recibió 211.000 euros. Ojalá ese afán alcance al Niemeyer y haya menos silencios y miedos sobre el dinero de todos.



Hay una portada que sí va a llevar la cara de Chávez y es la del biopic que prepara el director Alberto Arvelo sobre la vida del presidente venezolano. Libertador se llama el panegírico bolivariano, que ha contado con cerca de 40 millones de euros de presupuesto y algunas caras conocidas en el reparto, como María Valverde e Imanol Arias. Hasta el mismísimo Gustavo Dudamel ha querido estrenarse como compositor de la banda sonora. ¿Será un Mesías?



Con la de autores que mueren por el premio, y la Nobel Herta Müller se ha ido a Colombia para confesar que nunca quiso ser escritora, "ni me gustaba, ni me interesaba" porque en realidad "durante mucho tiempo quise ser peluquera". Claro que todo tiene su explicación: vivía en la Rumanía de Ceaucescu, la única literatura disponible sólo hablaba sobre héroes tipo Stalin, y su madre usaba los libros que tenían como "porta ollas o reposaplatos", para no dañar la mesa. Sólo cuando salió de su pueblo comenzó a despertarse en ella "la sed por aprender, por ver, por conocer, por leer, y me di cuenta de que toda una vida se puede plasmar sobre un papel". Grande Müller.



Ajustándose el cinturón o directamente sin presupuesto nuestros directores siguen haciendo cine. Chus Gutiérrez, incluso, lo hace por partida doble con dos documentales: Droga oral y Sacromonte, los sabios de la tribu. El primero formará díptico con su debut, Sexo oral; el segundo, rodado nada menos que en 35 milímetros, narra la historia del mítico barrio flamenco de Granada. Está claro que es en la adversidad de donde surgen los grandes supervivientes.