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Opinión

Testimonio vivo

Por Fernando Aramburu - Lea la crítica de Dionisio Ridruejo. Biografía, de Manuell Penella

1 marzo, 2013 01:00

Fernando Aramburu


Para ser un olvidado, a Ridruejo se le recuerda mucho. En sus errores, que él mismo analizó con serena perspicacia y excelente prosa, y en sus democráticos aciertos fue un espécimen raro entre quienes manejan los resortes del poder en España. Raro puesto que fue un hombre honrado, uno que actuaba por impulsos de convicción y así le fue al pobre, al mozo desmedrado, como dijo de él aquel español de cálculos interesados que fue Cela. Las peripecias señaladas de su vida son conocidas. Incapaz de silenciar su disidencia, cambió privilegios por cárcel, exilio, estrecheces. Dejó escrito que se arrepentía de haber ganado la guerra civil. Algunos detractores que aún le quedan, tocados de conservadurismo soviético, acostumbran seleccionar aquellos episodios de su vida aparentemente útiles para simplificar al personaje. Mal que les pese, tomados en conjunto, entrañan una lección edificante para la difícil convivencia pacífica entre los españoles..