Image: Abraxas, talento en potencia

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Opinión

Abraxas, talento en potencia

Por Francisco Javier Irazoki Ver todos los artículos de 'Radio París'

8 marzo, 2013 01:00

Francisco Javier Irazoki


El inconformismo del rock se había apagado en el éxito comercial. El músico senegalés Wasis Diop me explicó el cambio en la industria discográfica: al principio, los productores estimularon la aventura creativa; a partir de la década de los ochenta, la innovación artística fue apartada por el ruido de las máquinas calculadoras. Inesperadamente, la libertad renace en París con cuatro jóvenes de diecinueve años. Recomiendo apuntar sus nombres. El guitarrista y cantante Tino Gelli, el baterista Solal Toumayan, el bajista Léon Vidal y el teclista y guitarrista Jonas Landman son los fundadores del grupo Abraxas. Me reciben en el sótano de los ensayos. A cualquier melómano lo sorprenderían todas las calidades conseguidas en tan poco tiempo: la soltura, los conocimientos técnicos, unas creaciones sin fórmulas trilladas. Nacidos en familias con bien surtidas discotecas, sus biberones contenían música de Pink Floyd, King Crimson o Jaco Pastorius. Ahora universitarios dinámicos, de una autenticidad incompatible con el divismo, componen largas canciones. La extensión no disminuye las tensiones y el interés de lo que escriben con formato de ópera-rock. Como Janis Joplin en un compás de Turtle blues, utilizan agua, regüeldos y estallidos de bombillas en los cambios bruscos de ritmo. Resulta imposible calcular la energía que necesitarán para resistir frente a las tentaciones del mercado, pero en los inicios de Abraxas se impone una norma: la huida del aburrimiento y de los lugares comunes. Y no únicamente en los estudios de grabación. "Lo que más nos gusta es actuar en público", me dice Tino Gelli, antes que suene de nuevo la gran potencia de los cuatro talentos.