Image: Viaje a Pynchon

Image: Viaje a Pynchon

Opinión

Viaje a Pynchon

17 octubre, 2014 02:00

Fernando Aramburu

Si una noche, en un callejón solitario, un individuo armado me obligara a mencionar a un escritor a quien le cuadre como a pocos el apelativo de autor de culto, nombraría sin titubear a Thomas Pynchon. De culto no tanto porque lo lea una secta de iniciados, de titanes de la paciencia y aficionados en extremo al escritor que como los dioses oculta su rostro, sino porque la lectura de sus libros, con contadas excepciones, requiere de los lectores una veneracioncilla previa, unos polvos talco de fe sostenida y predisposición favorable hacia el hombre y sus vastos ejercicios narrativos, y desde luego un esfuerzo suplementario para avanzar por el sinuoso dédalo de historias, contrahistorias, digresiones y, en fin, caminos de la escritura que no siempre llevan a un destino reconocible. Tienen las novelas de Thomas Pynchon sus tramos de parodia y por ahí sí, por ahí yo logro el viaje.